『Capítulo 22: No Todo es Color de Rosa』

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Por las calles de South Park, un taxi circulaba hasta cierto destino , dentro de este un rubio de cabellos despeinados y una joven de cabellos negros se encontraban adentro, charlaban de forma animada, iban de camino hasta la cafetería del primero.

─Te veo mas contenta Wendy ─le dijo mientras desviaba la mirada del paisaje que ofrecía la pequeña ciudad del pueblo y clavar sus ojos en ella.

─Realmente si, esta bebé me da tanta alegría, y tenerlos a ti y a Trent, y de alguna forma a Craig, apoyándome me hace sentir bien.

─Es gracioso que andando aun en el pueblo ni tus padres se enteren de tu paradero ─soltó con gracia.

─Y no me sorprende, ahora explícame algo, ¿Por qué carajos viajamos en taxi y no en el auto de tu marido? ─se quejo cruzándose de brazos.

─Craig no es mi marido ─soltó muy sonrojado ─Y es que Trent tenia que estar temprano en el colegio y bueno lo llevo, además no estamos muy lejos, pero con tu embarazo ya ni quieres caminar ─dijo mirándola de reojo y vio como la chica reía nerviosa por eso. Al ver que llegaron, el taxista estaciono a la vuelta del café ─Toma, paga el taxi yo iré abriendo el local.

La chica asintió ante el pedido del chico, este salió afuera y se encamino a las puertas del negocio, estaba abriendo la puerta cuando sintió como una mano se poso en su hombro, volteo a ver de quien se trataba pero solo sintió una punzada en su estomago, abrió los ojos sorprendido y bajo la vista al ver la navaja que lo atravesaba, levanto la mirada y vio la cara de su atacante.

─Por tu bien, será mejor que sueltes a ese mocoso y me lo entregues, si no quieres estar cortando margaritas en el cementerio ─dijo aquel tipo que despedía un olor a alcohol y cigarros del barato.

No pudo pronunciar palabra alguna, el tipo saco el filo del cuerpo del joven y salió del lugar antes que llamara la atención de alguien, se apoyo contra la puerta y descendió sentándose en el suelo llevando su mano cubriéndose la herida. Justo en ese momento la chica embarazada llega y grita horrorizada por lo que vio, se aproximo hasta el y como pudo se agacho hasta su altura viendo que aun estaba despierto.

─¿¡Tweek por Dios que paso!?. ¡¡Ayuda!! ¡Que alguien me ayude!. ¡Mi amigo se muere! ─gritaba con la voz ya cortada por las lágrimas. Al sentir los llamados de la chica la gente se comenzó a acercar, pudo divisar como alguien llamaba por teléfono, seguro a una ambulancia.

Sentía que ya no podía mantener la consciencia, todos los ruidos a alrededor comenzaba a dejar de escucharlos, sus ojos pesaban y un sabor cobrizo comenzó a sentir en su boca, trato de mirar a la chica, pero ya no podía más, todo quedo en la nada para el, y su mundo se volvió negro.





En la primaria de South Park, el azabache junto al niño caminaban por los pasillos del establecimiento. El mas grande traía una mirada nostálgica a cada paso que daba recordaba su infancia en el lugar. El menor lo miraba de reojo, curioso, y apenado, no era necesario que también lo acompañara al teatro de la escuela, donde iba a ensayar.

─Papá, no es necesario que me acompañes ─se quejo.

─No no, tenia muchas ganas de volver a caminar por estos pasillos, donde conocí a tu papá, y las travesuras que nos mandamos, ¡oh! y como vivía ahí sentado ─señala justo a la dirección.

El chico puso una mirada incrédulo por lo que le contó, continuaban caminando, pero de la nada el menor se detuvo, llevando su mano a su pecho, sosteniéndola como si le doliera, esta acción llamo la atención del más grande y miro preocupado.

ℒ𝑜 𝓆𝓊𝑒 𝓃𝓊𝓃𝒸𝒶 𝓈𝑒 𝑜𝓁𝓋𝒾𝒹𝒶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora