El regreso de un traidor

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Paso una semana desde la muerte del tercer hokage y la aldea estaba intentando recuperarse. Iruka estaba muy ocupado ayudando a reconstruir la academia, por lo que no había tenido mucho tiempo para su vida personal. Pero una mañana, antes de ir a la academia, estuvo desayunando con Kakashi.

- Las cosas parecen haber vuelto a la normalidad muy rápido. La gente está más tranquila – dijo Iruka.

- Esperemos que todo se mantenga así... Al menos por un tiempo.

- Me preocupa lo que pueda pasar.

- Hemos superado cosas peores. Ten un poco de fe.

- ¿Quién dice que no la tengo?

Kakashi sonrío. Al estar comiendo no llevaba puesta su máscara, lo cual hizo que Iruka se derritiera al ver su sonrisa. Y lo mejor de todo es que era solo para él.

- Me alegra verte, Kakashi. Últimamente hemos estado muy ocupados.

- Sí, es cierto – Kakashi agarro la mano de Iruka – Pero eso no quiere decir que no podamos tener nuestra cita, al fin. ¿No crees?

- ¿Esto era una cita?

- No. Era más bien una precita. Para amenizar la espera.

Iruka se echó a reír, quien le iba a decir a él que Kakashi podía ser tan divertido. No sabía cómo lo hacía, pero siempre le hacía sonreír.

- De verdad que no puedo esperar.

Al terminar el desayuno, Kakashi acompaño a Iruka a la academia, pero se separaron antes de llegar, para evitar preguntas incomodas.

- Gracias por el desayuno, Kakashi.

- Gracias a ti por tú compañía.

Iruka sonrío algo sonrojado y abrazo a Kakashi, le dio un beso en la mejilla, de despedida, y se marchó.

- Nos vemos, Kakashi.

- Adiós.

Kakashi soltó un suspiro y se marchó. Había quedado con Sasuke para entrenar. Mientras se acercaba al puesto donde esperaría a Sasuke, vio a dos tipos con unas túnicas que se le hacían familiares, lo cual le puso en alerta. Tenía una ligera sospecha de quienes eran, pero no quería alarmar a nadie. Se detuvo en el restaurante donde estaban y se puso a leer su libro, hasta que se topó con Asuma y Kurenai.

- Hola amigos. Vosotros dos cada vez os lleváis mejor – dijo Kakashi picándoles.

- Idiota, Anko nos pido que fuéramos a por un poco de arroz para ella – contesto Kurenai sonrojada.

- ¿Y tú que haces, aparte de estar en tu profunda lectura? - pregunto Asuma.

- Quiero comprar algo para ponerlo en una tumba. Además, acabo de encontrarme con alguien. Y Sasuke no tardará en llegar.

- Tú no eres de los que se encuentran a alguien... ¿Es por, Obito?

- Ehhh, sí. Más o menos.

Cuando Sasuke llego, los hombres de los que sospechaba Kakashi desaparecieron tan rápido que ni siquiera los vieron irse. Kurenai y Asuma entendieron de inmediato a Kakashi y fueron tras los dos hombres. Lograron alcanzarlos y estos se descubrieron. Para su sorpresa, uno de ellos era nada más y nada menos que Itachi Uchiha, el hermano mayor de Sasuke. Asuma y Kurenai lucharon contra Itachi y su compañero Kisame, pero no tenían ninguna oportunidad contra ellos, solos.

Como era de esperar Kakashi apareció y se enfrentó a Itachi, pero su sharingan no era nada comparado con el de él Uchiha. Si Gai no hubiese aparecido, probablemente los 3 senseis hubiesen terminado muy mal. Itachi y Kisame se marcharon antes de que vinieran los ANBU, ya que no querían más problemas y tenían otros asuntos de los que ocuparse, iban detrás del zorro de las 9 colas, de Naruto.

Después de ser atendido por los ninjas médicos, Kakashi fue llevado a su casa, donde Gai, Asuma y Kurenai estuvieron cuidando de él. Al enterarse de lo ocurrido, Iruka fue de inmediato a casa de Kakashi, para asegurarse de que estuviera bien.

- Iruka – dijo Kurenai al verlo.

- Kakashi... ¿Qué ha pasado? - pregunto el sensei preocupado acercándose al peliplata, que dormía en su cama.

- Tranquilo, nos dijeron que se pondrá bien – contesto Asuma.

- El sharingan de Itachi fue demasiado para él - dijo Kurenai.

Iruka ya sabía lo de Itachi, Anko se lo había contado, por eso había ido tan rápido. Pero no sabía mucho más, así que los tres jounin se lo contaron todo.

- Kakashi... Te juro que intento tener fe... Pero, ¿cómo tenerla sin ti? - pensó Iruka preocupado.

Sasuke se había pasado la última semana entrenando solo. Estaba decidido a superar a Naruto, solo así podría protegerlo. Fue a casa de Kakashi para pedirle que lo entrenara, pero al llegar se llevó una sorpresa al encontrarse a los 4 maestros allí, con Kakashi inconsciente.

- ¿Por qué está dormido Kakashi y porque hay tantos jounin aquí? - pregunto el Uchiha preocupado - ¡¿Que están haciendo?! ¡¿Qué demonios está pasando aquí?!

- Ehh... No mucho, en realidad – contesto Gai.

De repente un ninja entro y pregunto si era verdad lo que había pasado con Itachi, revelándole toda la verdad a Sasuke, justo lo que querían evitar.

- Idiota – dijo Kurenai.

Sasuke entro en pánico, y al mismo tiempo se llenó de colera. No solo Itachi había vuelto, sino que andaba detrás de Naruto, de su Naruto. Esto ya era demasiado. Itachi había exterminado a todo su clan y ahora iba detrás de la única luz que quedaba en su vida. No lo iba a permitir. No permitiría que le arrebatara de nuevo lo que más amaba.

Sasuke fue de inmediato a casa de Naruto, pero este no estaba, se había ido de viaje con Jiraiya. Así que fue a buscarlos. Los busco por todo el pueblo al que le rubio había ido, hasta que encontró la habitación donde se hospedaba. Pero fue demasiado tarde porque Itachi y Kisame ya estaban allí.

- A pasado mucho tiempo, Sasuke – dijo Itachi al sentir la presencia de su hermano.

- Itachi Uchiha – respondió Sasuke furioso.

Naruto quedo impactado, nunca pensó que conocería al hermano de Sasuke. Al causante de todo el dolor de su compañero.

- Espero que estés listo para morir – dijo Sasuke.

Al escuchar aquellas palabras Naruto recordó lo que Sasuke le había dicho hace tiempo, que su objetivo en la vida era asesinar a Itachi. Pero era imposible, por muy fuerte que fuera Sasuke, hasta Naruto sabía que no podría contra él. 

Amor Entre Shinobis (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora