Océano Atlántico.
Una gran agitación en las aguas despertó a Olivia, podía escuchar los gritos de los hombres dando indicaciones para que el barco no se hundiera sin embargo no lo consideraba su problema por lo que volvió a dormir.
—Extranjera, el barco se hunde. Si quieres sobrevivir espero que sepas nadar bien.
Olivia abrió los ojos para observar al hombre con su ropa toda empapa, todo un par de cosas y se marchó. Con resignación Olivia se levanto tomando solo su equipaje para salir, una fuerte brisa la recibió acompañada de la lluvia, la tormenta era peor de lo que se imaginaba, todos estaban en pánico y ello solo escucho los gritos de las personas giro para ver enorme rocas frente a ellos, ellos no sobrevivirán y aquello ya no era su problema, tras varios descubrió que el involucrarse innecesariamente solo tria problemas, un problema que empezo desde Egipto, se acercó la borda del barco para saltar pero su mirada se detuvo al observar a un pequeño el cual lloraba sin parar mientras buscaba a su padre, se maldijo a si misma por aquellos sentimientos de lástima, tomo al niño y salto junto con él del barco, todo se volvió oscuro las olas golpeaban con fuerza y cuando subió a la superficie solo miro las ruinas del barco junto con otras personas, miro al niño quien parecía que se había desmayado asi que aprovecho la oportunidad para teletransportarse en tierra firme. Una vez a salvo comenzó a buscar algún refugio para descansar hasta encontrar a alguien que ayudara al niño.
Logro llegar hasta una vieja palmera en donde recostó al pequeño quien seguía inconsciente, se acostó sobre la arena de la playa para contemplar la oscuridad de la noche y cerro los ojos por un segundo tan solo para meditar un poco pero aquello se convirtió en una larga siesta, abrio los ojos nuevamente al sentir los rayos del sol sobre su rostro, miro al pequeño quien la observaba temeroso.—¿Todo bien? Anoche fue toda una experiencia pero no te preocupes encontraremos a alguien que pueda ayudarte.
Olivia le extendió su mano pero el joven negó temeroso.
—Tranquilo, no te haré daño.
Escucho como alguien hablo a su espalda, Olivia giro lentamente para observar a varios nativos que la rodeaban, ella levanto las mano temerosa antes de regalarle una sonrisa al hombre que la apuntaba con la fecha.
—Hola, nosotros venimos en paz.
—Su gente nunca viene pronunciando paz.
—Lamento mucho si los otros le han hecho daño pero nosotros no venimos con esas intensiones, nuestro barco náufrago. Lamento incluso si invadi sus tierras pero fue el primer lugar al que llegué con el niño.
—¿Como saber que no nos engañas?
—Bueno, no es razonable pensar el mandar a una mujer y un niño solos, ¿o si?
El nativo bajo su flecha lentamente mientras observaba a Olivia y al niño, le murmuró algo a sus compañeros los cuales solo hicieron un breve a sentimiento para después volver a verla.
—Te llevaremos a la tierra con su gente.
—Gracias —Olivia miro al pequeño al cual le extendió su mano, el pequeño tomo su mano con rapidez mientras aun temerosos observaban a los nativos.
Ella con calma los siguió por el camino, sabía que este tipo de personas eran muy pacíficas y nunca atacaban o asesinaban a alguien sin ningún motivo por lo que se sintió en confianza con ellos, al divisar el pequeño pueblo colonial ella le agradeció al hombre que la guió para poder volver a tomar un rumbo hacia la civilización, el pequeño corrió con alegría sin embargo Olivia se detuvo de golpe al mirar a un soldado, lo recordaba muy bien ella le había quitado uno de los objetos del presente sin mencionar que también su ojo de paso, aquel hombre con el único ojo que tenía se exacto al verla y saco su arma sin embargo Olivia salio corriendo de aquel lugar de vuelta a la montaña, el hombre que hace un momento atrás la habia guiado giro para verla correr con tanta prisa que lo dejo atrás con prontitud sin embargo ella volvió por él tomo su mano y lo guió para que la acompañara, los disparos se escuchaban de cerca y Olivia sabía que debía buscar un camino seguro, miro un lago a su izquierda y corrió hasta el para saltar.
Se podía escuchar el galope de un caballo que corria cerca de donde se encontraban, con cuidado Olivia nado hasta el otro lado, cuando miro al indio que la observaba dudoso ella le regalo una sonrisa un tanto apenada.
ESTÁS LEYENDO
Nailah, La viajera del tiempo
General FictionBook 2; Siti, La viajera del tiempo. Olivia desde que tiene memoria siempre a escuchado la historia de como sus padres se conocieron, pero conforme pasaron los años para ella solamente era una historia con mucha imaginacion por parte de sus padres p...