Capítulo 30

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Una vez que llego a la cima del árbol, Olivia tomó los binoculares para observar el gran palacio, era un lugar con muchos guardias mas de los necesarios de hecho sin embargo eso no significa que no podría entrar, tantos saqueos la habían hecho una experta y ahora que solo faltaba recuperar el celular su misión estaría completada, eso significa volver en el tiempo para enmendar sus errores. Olivia miro hacia el cielo en esperar de que aquel atardecer cayera por completo para poder atacar en la noche. Esta sería la última vez.

Cuando la noche llego Olivia hizo su primer movimiento, había aprendido los horarios de cada guardia, incluso su andar por lo que tenía cada segundo contado. Primero se transporto en el tejado de la primera torre, presto atención a los cinco pasos del guardia quien tras dos segundo de vigilancia retrocedió, ella bajo con sutileza para entrar por la gran ventana con cuidado, miro a su alrededor escuchando el murmurar de varias voces, se transporto en la cima de la gran viga para observar a un par de guardias coqueteando con unas doncellas, cuando se dirigieron hacia otra habitación Olivia bajo para seguir recorriendo la gran torre a diferencia de otros lugares el tran tesoro se encontraba en lo mas profundo de la torre, bajar seria sencillo para cualquier ladrón pero subir seria otra cosa aunque para Olivia quien ya sabia el camino algo como volver sería fácil.
El recorrido le fue aburrido, entre mas bajaba mas notaba la despreocupación de cada guardia, todos estaban emocionados por el gran banquete que su trabajo parecía tomar un segundo lugar ahora comprendía a la perfección como este reino se iría a la ruina en un par de años. Al llegar hasta lo mas profundo de la torre Olivia miro la gran puerta que la separaba de su único objetivo, tenía un gran historial del emperador por lo que intuyo que habría trampas así que transportarse podría ser riesgoso, solo le quedaba la opción de derribar la puerta para cuando los guardias se percataran ella ya había salido, tomo las grandes cadenas entre sus manos pero antes de poder realizar su plan sintió la presencia de alguien, giro a su izquierda al mirar los movimientos de la persona debido a su sombra, un guardia le apuntó con su espada y ella imito sus movimientos cuando saco su espada, el sonido metálico de ambas chocando una contra la otra hizo un gran eco, podía percatarse que tenia a un gran maestro de la espada, aquello sería molesto pues le quitaría valioso tiempo, ella trató de patearlo pero el guardia se alejo, necesitaba distraerlo, Olivia lanzo su espada hacia el joven el cuál la esquivo con un golpe de su propia espada, Olivia pensaba arriesgarse y transportarse dentro de la habitación, llevo su mano hasta su muñeca dejando en evidencia el reloj pero antes de que pudiese activarlo el guardia la detuvo, ella le golpeo con su brazo libre haciendolo retroceder un poco, el joven sostuvo ambas mano para después mirar a aquella joven enmascarada.

—Olivia.

Dijo su nombre de una manera tan natural que sorprendió a la joven, aquella voz la conocía perfectamente y la detestaba por completo, era la misma voz del otro viajero, ella miro sus muñecas pero se sorprendio al no ver el brazalete.

—Olivia —volvió a llamarla mientras la soltaba lentamente, él de quito su sombrero para observala directamente a los ojos.

—Taeyang.

Dijo su nombre ocultando su sorpresa, le miro de pies a cabeza notando lo mucho que había cambiado, ya no era aquel muchacho rebelde ahora era un soldado sirviendo a uno de los emperadores mas patéticos de su historia, eso indicaba que él ya había cumplido su cometido.

—Te estuve esperando todo este tiempo —mencionó el joven y esta vez Olivia no oculto su sorpresa.

—¿A que te refieres?

—El artefacto del emperador, es tan extraño que sabia que no pertenecía aquí, tarde o temprano tendrías que volver por el.

—Si sabes la verdad, entonces devulvelo.

Nailah, La viajera del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora