—Esto es en verdad sorprendente.
Confesó Issac mirando el cuaderno de notas de su viejo amigo John, incluso aunque el sabía que era posible le era impresionante el observar a la futura hija de su amiga en especial cuando hacía pocos minutos que la había visto aún sin ningún compromiso fijo con aquel soldado Romano.
—Siempre supe que esto tendría consecuencias —habló por fin Issac mientras le devolvía el libro a la joven—. Sabes el tiempo es como una línea delgada que lleva sus propia consecuencias si jugueteas demaciado con ella.
—El tío John dejó claras instrucciones sobre lo que buscaba sin embargo no entiendo como puedo encontrarlo.
—El siempre fue alguien sinico pero no lo culpo. Durante nuestro primer viaje en el tiempo muchas cosas se fueron con nosotros, nunca le tomamos importancia pero por lo visto John nunca dejó las cosas a medias, si pudo construir ese artefacto en el tiempo es que vio algo en el futuro que puede ser bastante grave.
—Se que puede ser injusto pero debes solucionar los errores del pasado.
—¿Te refieres a evitar que construyan la máquina del tiempo?
—Sería bueno ir a la raíz del problema pero eso implicaría tu propia existencia y fue algo que John tomó en cuenta, por eso dio fechas exactas de los lugares donde debería buscar aquellos objetos.
—Y si las recupero, ¿como podré volver a casa, sin mi amigo?
—Mencionaste qué aún tenías una oportunidad de volver.
—Así es.
—Entonces tendrás que hacer algo que incluso nosotros mismos evitamos. Volver al pasado y reencontrarse con tu del pasado para evitarlo todo.
—¿No es eso algo arriesgado?
—Todo se basa en teorías, así como el universo puedo explotar también puede que no pase nada.
—Entonces voy a basar todo esto en un simple tal vez.
—La vida se trata sobre tomar riesgos, si no puedes hacerlo entonces estarás siempre varada en el mismo lugar.
—Sabes, no me fuiste de ayuda. Solo me repetíste cosas que ya sabía.
—Pero aún sabiéndolo no hacías nada y sin embargo, ¿que harás ahora?
—Reparar sus errores.
Menciono marchandome de aquel lugar, si quería encontrar más respuestas a su pregunta sabía que ese lugar no tenía la solución por lo que decidió volver con las amazonas.
Todas ellas se divertían, reían y gozaban de buenos momentos con los hombres pero aquello no le era de interés para ella, solo quería volver a su hogar acompañada de su mejor amigo, recibir sus regalos diarios de su madre mientras que su padre la consentia.—Noto una mirada triste en ti—mencionó la reina de las amazonas, mientras se acercaba a la joven.
—¿Como obtiene todo lo que quiere? —le preguntó directa Olivia a la mujer amazona quién sólo sonrió.
—Ser una guerrera requiere más que destrezas, ser una reina es más que sabiduría. Todo se trata sobre cómo ser una mujer.
—¿De qué hablas?
—De obtener lo que quieres sin la necesidad de pelear.
—¿Hablas de obtener lo que quiero mediante el sexo?
—No sólo eso cariño, hablo de saber utilizar tu encanto para conseguir lo que quieres.
—Eso suena como una estupidez.
—Yo también lo creía así pero te demostraré como conseguirlo.
—Alto ahí, yo no quiero.
Se apresuró a decir Olivia ganándose una mirada llena de burla de la mujer.
—No tienes porque hacerlo, dicen que eres una buena estudiante que basta con observar, te mostraré como.
Aquello no era algo que Olivia quería presenciar, sin embargo ella ya había visto y hecho cálculos de los lugares donde se encontraban los objetos y todos en su mayoría estarían en manos de personas poderosas, era consiente que a la fuerza no podría obtener todo lo que quisiera así que aquello sí llamó su atención.
Se escondió ena tienda de la Reina amazona y aunque sentía una enorme vergüenza con algo de culpa por observar escenas inapropiadas presto atención, se percató de cómo las palabras correctas podían hacer temblar al hombre más fuerte, el como una mirada como podía desarmar y un simple roce mataba hasta el alma. Ella nunca había sido muy consciente de lo que él sexo podía representar, solo le era algo que se utilizaba para reproducción pero ahora notaba que también podía ser un arma mortal, por lo que con cuidado ella decidió examinar a detalle las maneras en la que podría obtener lo que quisiera. Y cuando pensó estar lista se dirigió con la primera persona con la cual creía poder obtener lo que quisiera.
Neón, aquel rufián romano que estaba frustrado por haber perdido contra su peor enemigo, su padre.—¡Largo de aquí! —grito frustrado el soldado a sus sirvientes antes de soltar un quejido por el dolor en su brazo debido a la flecha—. Los asesinare.
—¿Y crees poder hacerlo?
La voz de Olivia alarmó al soldado romano, ella lo observo para después mirar hacia una mochila que contenía las iniciales de su madre, ella recordó que su padre una vez le contó que los soldados admiraban la belleza de su madre, que la deseaban pero había uno en especial que deseaba a su madre y ahora lo tenía enfrente de ella. Lo que tenía de atractivo lo tenía en ambición, un hombre alto, musculoso, con un buen perfil y con un gran deseo de odio.
—Ellos ya cruzaron más allá de la frontera.
—¿Quien eres?
—Estas frustrado—comento mientras se acercaba sin temor a que le apuntará con su espada —. Esa mujer nisiquiera es lo suficiente.
—Intuyo que buscas algo.
—Al igual que tu.
Dijo colocando su mano sobre su pecho, pasando su mano de arriba a bajo de manera suave.
—Te daré lo que esa mujer no te dio pero si tu me das lo que quisiera.
—Lo veo en tu mirada, mujer inexperta.
—Y no eso aún más emocionante.
—Si lo es.
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Nailah, La viajera del tiempo
General FictionBook 2; Siti, La viajera del tiempo. Olivia desde que tiene memoria siempre a escuchado la historia de como sus padres se conocieron, pero conforme pasaron los años para ella solamente era una historia con mucha imaginacion por parte de sus padres p...