La promesa de Aly

Capítulo 16.

Sorprendentemente había logrado alistarme en menos de veinte minutos. Me vi al espejo por última vez antes de salir de la habitación. Había optado por un vestido negro, este dejaba a la vista mi espalda por completo, ajustado y jodidamente corto, aun así, era bellamente glamuroso.

—¡Diablos! ¡Que hermosa es mi amiga! —dijo Camille para luego tratar de silbar.

Camille vestía una falda ajustada color azul que combinaba con su top, lucia su lindo abdomen y dejaba a la vista gran parte de sus pechos— Hoy estas en llamas, una lástima que tengas pareja —guiñó un ojo y las dos reímos.

El celular de Camille sonó— Debe ser James. —lo revisó— Sí, es él, toma tus cosas, es hora de salir.

—¿James? —dije mientras me ponía la chaqueta.

—Un viejo conocido, lo vi ayer y me dijo de la fiesta de hoy.

—¿No tiene otra cosa qué hacer? Digo, es lunes y desde ayer sabia de una fiesta mientras estaba en otra.

—No soy quien para juzgar.

Salimos del apartamento y un auto de color gris esperaba por nosotras. No tardamos mucho en llegar a un gran club, dos hombres de casi dos metros se encontraban en la entrada permitiendo o rechazando el paso de los que se encontraban haciendo fila, por suerte James nos facilitó la entrada.

—Diviértanse y sean cuidadosas con las personas que interactúan —dijo James antes de alejarse de nosotras.

Camille y yo pasamos primero por la barra para tomar unos cuantos tragos, después me arrastro a la pista de baile, Camille se movía al ritmo de la música, sus movimientos eran tan sensuales que llamo la atención de varios haciendo que nos rodearan deseando bailar con alguna de las dos.

—¿Puedo invitarte un trago? —preguntó un lindo hombre de cabello negro y ojos azules.

—No gracias, además estoy con mi amiga.

—¿Puedo invitarles un trago a las dos? —miré a Camille y ella asintió— Tu amiga nos ha dado luz verde.

Él caminó primero hacia la barra y nosotras lo seguimos— Es muy lindo —le dije a Camille.

—¿Lindo? ¡Es sexy! Aprovecha —reí ante su comentario.

Al llegar a la barra él ordeno tres tragos— Es la primera vez que las veo en este lugar.

—Es la primera vez que venimos a este lugar.

—Y claramente han deslumbrado a más de uno —dijo sin quitarme la mirada de encima.

—Mierda —dijo Camille cuando vio por encima de mi hombro.

—¿Qué sucede? —pregunté para luego girarme y toparme con un Derek y un malgeniado Andrew que se acercaban a nosotras.

—¿Qué mierdas hacen aquí? —preguntó Andrew con voz molesta— ¿Este quién es? —señaló al pelinegro que estaba a mi lado.

—Disculpa, ¿Cuál es tu nombre? —pregunté.

—Alex —dijo un poco incómodo por la situación.

—Que se largue. —amenazó, Alex no se movió— Ahora —el tono y la expresión de Andrew hicieron sentir que el Alex estaría en peligro si no obedecía, no le quedó de otra que simplemente alejarse en silencio.

—Que imbécil —dije, pero él ignoro mis palabras.

—¿No se quedarían en casa? —preguntó Derek.

—Lo siento, no sabía que estarían aquí —respondió Camille.

—Cam, no te disculpes por eso, es solo una fiesta, no estamos haciendo algo grave.