Capítulo 17.

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—Espero salir viva de esto —dijo Camille antes de abrir la puerta.

—Que exagerada y dramática estás.

Camille abrió, el apartamento se encontraba en silencio, nos dirigimos a la sala de estar y vimos a Derek, este estaba sentado mirando a la nada con una cerveza en la mano.

—¿Todo bien aquí? —preguntó Camille acercándose a él.

—Me costó trabajo traerlo a casa y luego impedir que destruyera el apartamento, no quiere hablar conmigo, no sé qué mierda le pasa a ese rabietas —dijo, mientras se llevaba la mano a la frente y después la pasaba por su cabello.

—¿En dónde está?

—En su habitación, pero no creo que sea buena idea ir en este momento.

—Eso mismo le dije, pero ella se cree inmortal —le susurró Camille a Derek. Hice una mueca y me dispuse a ir a la habitación de Andrew.

Respiré profundo y solté un largo suspiro antes de tocar, di tres golpes y no respondió, volví a tocar con más fuerza.

—Derek, lárgate —escuché su voz desde adentro de la habitación.

Moví la manija de la puerta y para mi suerte no tenía seguro, abrí la puerta lentamente y me adentré en la habitación. Estaba acostado en la cama boca abajo, tenía sus brazos debajo de la almohada y apoyaba su cabeza sobre esta.

Giro su mirada y me vio— Alison, ahora no, es mejor que te vayas. —su voz sonó débil. Volvió a girar su cabeza y concentrar su mirada en cualquier lugar de la habitación menos en mí. Me acerque y le di un pequeño empujón para que me diera espacio— Lo digo en serio, por favor, vete.

—Es una increíble noche, podría estar en un bar pasándola bien, pero no, en vez de eso estoy aquí, con un hombre el cual parece vivir una gran crisis. —cite algunas de la palabras que él me había dicho días antes— Así que, muévete. —volví a empujarlo y él se movió un poco— Andrew, —le llame para que me viera, cuando por fin me permitió volver a ver su rostro, me concentre en su mirada, esta se había suavizado a comparación de la última vez que lo había visto, sus ojos estaban a punto de cristalizarse, pude notar como la poca ira que quedaba en él se desvanecía, su expresión fue de tristeza y decepción— habla conmigo, al igual que tú también soy buena escuchando.

—No deberías estar aquí.

—¿Puedes parar con eso? llevas toda la noche queriendo que me aleje. —al parecer los roles se habían invertido, estaba dispuesta a hablar y que él escuchara— Realmente no te entiendo, un día me besas, al otro le dices a Derek que no me quieres como pareja y horas después te enojas porque un hombre se me acerca, pero aun que no me quieres cerca de otros tampoco quieres que esté cerca de ti. No estoy tan desesperada por amor, puedo con el hecho de que no te guste, pero no puedo soportar que tengas esa actitud de mierda ¿acaso estás enojado conmigo?

Él suspiró y finalmente quiso hablar— No estoy enojado contigo.

—¿Entonces?

—¿Quieres que sea sincero?

—Por favor.

—Lo de esta noche... no te quería ahí porque no quería que vieras esa parte de mi vida, cuando te vi por primera vez creaste un extraño sentimiento en mí, solo sé que te quiero cuidar, pero allí estabas, rodeada de mafiosos, drogadictos, ladrones, asesinos, imbéciles que solo se dedican a cosas ilegales. Pensaba que después de eso no me querrías cerca y lo entiendo, mereces algo mejor, pero el solo hecho de imaginar el desprecio que sentirías por mi hizo que mi sangre hirviera ¡y después esos idiotas queriendo algo contigo! —sonó frustrado.

La promesa de AlyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora