Capítulo 15.

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La puerta de la habitación se abrió de un gran golpe y esto hizo que Andrew y yo nos despertamos inmediatamente.

─Pero miren que tenemos aquí, nuevamente durmiendo juntos, realmente me gustaría saber qué pasa entre ustedes ─dijo Camille mientras optaba por una postura firme y seria.

─Buenos días. ─susurré aun medio dormida mientras Andrew se apartaba de mí y se giraba hacia el otro lado de la cama─ ¿Qué tal la cena? ─dije mientras me ponía de pie.

─Muy bien, pero no cambiaras de tema.

─Ya lo hice ─reí y salí de la habitación.

Salí en busca de mi maleta y cuando di con ella busque mi cepillo, fui al baño, me cepille los dientes y me dispuse a regresar a la habitación, pero antes de llegar a la puerta escuche a Camille hablar.

─¿Ella cómo está?

─¿Quien? ─escuche la voz de Andrew quien luchaba por no quedarse dormido.

─Aly. ¿Cómo está? ¿Cómo estuvo ayer? ¿Estuvo triste o algo parecido?

Andrew tardo un poco en responder─ Está bien y ayer también lo estuvo, ¿por qué?

─Nada en especial.

─¿Todo bien aquí? ─pregunté entrando a la habitación y los dos asintieron.

─Camille, antes de que se me olvide, viajaremos esta tarde por ende saldremos de aquí a las cuatro, así que alista tu maleta temprano, lo mismo para ti Alison, no me hagan esperarlas.

─Esperen, ¿Aly? ─Camille me miró, miró a Andrew y volvió su mirada a mí─ ¿Iras? ¿En serio? ─asentí─ ¡Estás bien e iremos a New York! ¡La pasaremos increíble!  ─gritó para luego abrazarme y dar pequeños saltos de emoción─ ¡Iré a alistar las cosas ahora mismo! ─dijo antes de salir de la habitación.

─¿En qué momento los compraste?

─En la madrugada.

─Oh, en un rato te transfiero el dinero.

─Luego cuadramos eso.

Después del almuerzo hicimos aseo en el apartamento y terminamos de alistar las cosas. El reloj había marcado las cuatro de la tarde y Andrew ya esperaba por nosotras, salimos lo más rápido posible del apartamento y nos dirigimos al aeropuerto, pasamos los controles y me sorprendí al saber que nuestro vuelo sería en primera clase, a Camille pareció no sorprenderle la cantidad de dinero que Andrew gastaba. Calcule que pasamos aproximadamente tres horas en el vuelo, serían casi las nueve de la noche cuando por fin nos encontrábamos en uno de los aeropuertos de la Gran Manzana.

—Debe estar en algún lado —dijo Camille mientras se ponía en punticas tratando de buscar un rostro conocido entre la gente.

—Más le vale no haberse olvidado de recogernos —dijo Andrew.

—¿A quien esperamos? —pregunté curiosa.

—¡Derek! —escuché el grito de Camille para luego verla correr.

Andrew tomó el equipaje de Camille pues esta había salido corriendo sin importarle sus cosas, cuando ella llegó al lado de aquel chico este la alzó y le dio un par de vueltas, la bajó y volvió a abrazarla, los dos se veían realmente felices por el encuentro.

El chico se acercó a Andrew y le dio un fuerte abrazo─ ¿Cómo va todo?

─Va muy bien, hasta el momento hemos decidido hacer dos ─contestó Andrew─ ¿Qué tal todo aquí?

La promesa de AlyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora