Capítulo 21

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Entre cerré los ojos por la luz que empezaba a entrar en la habitación. Andrew aun me tenía envuelta en sus brazos. Cuando sentí que trataba de acomodar su cabeza en la almohada levanté mi vista hacia él.

—Buenos días —dije tratando de salir de sus brazos.

—Un rato más por favor —me abrazó con más fuerza.

—Te debo una conversación.

Nos quedamos en silencio por unos pocos segundos hasta que él suspiró y me soltó con lentitud. Se acomodó en la cama y yo me senté. Aunque podría jurar que paso toda la noche durmiendo su expresión era de cansancio absoluto y sus ojos se veía opacos.

—Ni siquiera sé cómo empezar —dije atándome el cabello.

—Solo di lo que sientes, eso es lo que hacemos nosotros, nos decimos las cosas.

—¿No te gustaría decir algo?

—¿Qué se supone que debo decir ahora? hace unos días te busqué con una gran alegría de saber que sería de nosotros, pero me recibiste con un "fue solo sexo, supéralo" —dijo con voz apagada y me sentí mal por como había sido mi comportamiento aquel día— Solo di que no estás interesada en mí, no hagamos esto tan largo y amargo.

—¡Ay, por favor! ¿realmente crees que no estoy interesada en ti? —sus ojos se llenaron de un inexplicable brillo de esperanza— Si tendremos esta conversación es por algo, yo... bueno... —titubee por un momento— Podría decir que... —cubrí mi rostro tratando de ocultar la pena que empezaba a sentir— Estoy enamorada de ti —susurre y me quede a la espera de su reacción.

—¿Qué? —alce mi vista hacia él, tenía una mezcla de confusión y al mismo tiempo alegría— ¿Estás enamorada de mí? —pregunto con una gran sonrisa, asentí y vi cómo se le iluminaba el rostro— Me has tenido casi una semana sufriendo ¡y estás enamorada de mí! —decía incrédulo.

—Lo siento por los malos días, es solo que...

—¿Sucedió algo aquella madruga? —me interrumpió y se vio preocupado.

—Sí, algo así, quiero que hablemos de eso. —él se quedó en silencio esperando a que continuara— Bien, esa noche estaba segura de querer seguir contigo. —su radiante sonrisa volvió a relucir— ¿Puedes dejar de sonreír tanto?

—¡La mujer que quiero me ha confesado que está enamorada de mí! —dijo eufórico— ¿Cómo no podría estar sonriendo?

—Es una conversación seria, por favor.

—¿Podrías besarme?

—¡Andrew!

—Bien, no me la pondrás fácil. Continua, estás enamorada de mí ¿y qué más? —realmente no él podía parar de reír.

—Ponte serio, por favor.

—Bueno. —estiro su mano y la apoyo en mi muslo— No vuelvo a interrumpir, dime qué pasó.

—Me llene de dudas al despertar, incluso ahora me aterra el saber que quiero continuar con esto. —le hable sincera— Son dos temas de los cuales quiero hablar. —recordé algunas de las cosas que había hablado con la señora Lucia— Lo primero tiene que ver con lo que solías hacer.

—En una ocasión me dijiste que no te irías por mi pasado y en otra te dije que no seguía en eso.

—Lo sé, pero realmente quiero asegurarme de que no lo volverás a hacer y quiero saber cómo empezó todo.

—¿Es tan importante ese tema para ti? —asentí— ¿Por qué?

—Puede que haya tenido una crianza muy... —pensé las palabras— no lo sé, ¿estricta? Todo muy dirigido a lo correcto.

La promesa de AlyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora