Un mes pasó y todo estaba marchando de maravilla, la señora Katherine había estado viniendo y yendo entre las semanas, a los niños le estaba yendo bien en todas sus clases. Lucas permanecía en casa de lunes a jueves, me ayuda recogiendo a Sky de sus clases de ballet y una que otra noche me ayudaba a preparar la cena. Por lo general de viernes a domingo no lo veía, desaparecía por esos días, aun así los días en los que estaba en casa disfrutábamos de nuestras noches de película que por lo general eran cuando los niños ya dormían. Hablar, escucharlo y saber que él me escuchaba era lo que más había disfrutado en esos días. En el mes que había pasado nos habíamos conocido un poco más y empezábamos a crear una linda amistad.
—Aly por favor, por favor, por favor —suplicaba Camille mientras tiraba de mi brazo.
—No lo sé Camille, de seguro me dejaras a un lado a penas veas a tu chico.
—Te puedo presentar a alguien cuando estemos en la fiesta o... un amigo está de visita en la ciudad, es un europeo muy guapo, te podría interesar. —dijo para luego darme un golpe suave en el brazo y guiñar uno de sus ojos, luego hizo una pausa— Mmm...no, mejor él no, o sea él te podría acompañar, pero no te enredes con él. Tú me agradas, no quiero terminar tan rápido esta amistad.
—¿Por qué no? —cuestioné, interesada en alguien que no conocía.
—Eres mi amiga y se cómo es él, no me gustaría que él te tomara como juego de una noche y luego tú te enojes conmigo.
—Eso no va a pasar.
—Entonces... ¿me acompañaras?
—Está bien —dije sin mostrar algún entusiasmo.
—¿Te presento a alguien en la fiesta o escoges a mi amigo?
—Ninguna de las dos, solo te acompañaré y veré como pasar el rato después.
—Genial. —dio un brinquito y movió sus brazos como una bebé— Ahora vete, no vaya hacer que recojas al niño tarde. —terminó de decir para luego girarme y darme un pequeño empujón en dirección a mi auto.
Subí al auto y de camino a casa recogí a Cameron, al llegar a casa por ser viernes se encontraba la señora Katherine preparando el almuerzo.
—Mami, ya he llegado —dijo Cameron dirigiéndose a la cocina.
—Buenas tardes —dije adentrándome a la cocina y viendo la escena de una madre con su hijo en brazos.
—Buenas tardes, Aly, ¿Cómo te ha ido?
—Muy bien. —le sonreí— Por ahora me retiro, si me necesita estaré en la habitación.
—Puedes tomarte el día, hoy me encargo de los niños — dijo Katherine, yo asentí y luego me retiré.
Katherine solía decirme que aun que mis días de descanso fuesen los sábados y domingos también podía tomarme el viernes ya que ella se encontraba en casa, pero aun así yo decidía quedarme ya que Camille era la única persona que quien podía pensar para pasar el día y esta se encontraba ocupada entre semana por su nuevo trabajo.
Entre a mi cuarto, hice unas tareas que había dejado nuestro profesor de alemán, tomé una ducha, comí un ponqué que traía en el bolso, estuve un tiempo en el celular y claro, decidí tomar una pequeña siesta, siempre hay que aprovechar las oportunidades que se tienen para poder dormir, no vaya a ser que en un futuro me ande quejando de las horas desperdiciadas.
—Aly... —escuché la voz de Lucas— Aly, despierta —sentí que tomo una de mis almohadas y me golpeo con ella en la cara— ¡¿Pero es que cómo puedes dormir tanto?! —el tono dulce de un principio había desaparecido, luego me dio otro golpe con la almohada.

ESTÁS LEYENDO
La promesa de Aly
Novela JuvenilAlison Mendes se convertirá en la nueva niñera de los Rathbone con el propósito de poder ahorrar para sus estudios y así cumplir la promesa que le hizo a sus padres. En el tiempo que estará en New Haven se verá envuelta en amores, desamores, peleas...