Capítulo 17 ~ De la culpa y los milagros.

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El camino fue más corto de lo que hubiera pensado. Caminar por la colina era algo agotador, no por que fuera una gran distancia, al contrario, aquel camino había sido trazado con el propósito de que los caminantes recorrieran la menor distancia posible, pero la cumbre era empinada y la gravedad, al igual que la nieve, no eran algo que ayudara. Las pequeñas piedras de superficie irregular, en contraste, servían como base para lograr estabilizarse. Al menos un poco.

Mu Qing no era el tipo de persona que disfrutara mucho de las largas caminatas, pero era muy capaz de soportarlas.

Feng Xin, en cambio, tenía la vitalidad propia de un deportista que encerraba energía, resultado de un entrenamiento diario. Con las mejillas oscuras por el rubor en su piel morena y las pequeñas nubes de vapor blanco debido a su respiración.

Mu Qing había aprovechado su, aparentemente, no muy buen ritmo de caminata, para que Feng Xin siguiera tomando su mano y llevándolo como si se tratara de un niño.

Mu Qing dió una mirada al chico que caminaba un paso adelante, en medio de ellos dos estaba el lazo entre de sus dedos, con la textura de los guantes ocultando la piel desnuda. Mu Qing volvió a ver a Feng Xin.

Tan...
Suspiró.

Cuando llegaron a la cumbre, Feng Xin lanzó un suspiro hondo y se detuvo.

Mu Qing conocía ese lugar. A unos cuantos metros estaría el sendero hacia el templo de la Señora de la luz nocturna.

"¿Dónde..?"

"Más adelante" Feng Xin lo miró "lo sabrás cuando lo veas, al fin y al cabo es el único edificio en el sendero"

Claro que Mu Qing ya sabía eso. Los únicos edificios además de ell santuario, eran algunas pequeñas casas, con muy pocas habitadas, y acababan de pasar por ahí.

Mu Qing tenía un presentimiento algo...extraño.

¿Había otra construcción más allá del santuario?

A menos que...

No.

No podía ser lo que estaba pensando.

Cuando divisó el sendero de piedra blanquecina que parecía ocultarse en medio de la nieve, Mu Qing empezó a reconsiderar sus sospechas.

"¿Un santuario?" Preguntó Mu Qing cuando habían llegado al sendero.

¿Por qué Feng Xin conocía ese lugar? Por mucho tiempo había pensado que los únicos que conocían ese lugar eran ese extraño, Nan Feng, y él, y bueno, también la anciana que le había compartido té la segunda vez que llegó a ese lugar.

A menos que...

"¿Cómo sabes que es un santuario?"

Oh.

Mu Qing parpadeó "El letrero" indicó con un gesto vago "el letrero de la puerta tiene un título, es el santuario de algún dios"

"Oh" Feng Xin miró al frente "Claro. El título"

Mu Qing repetía una y otra vez una sola frase.

Por los dioses, no, no, por favor.

Cuando entraron al santuario, el corazón empezó a latirle mucho más rápido, intranquilo, ansioso, lanzando posibles respuestas al azar sin tomar la más obvia de ellas.

Su mano aún estaba entre la de Feng Xin, pero no dudaba en que empezaría a temblar en cualquier momento. Se apartó y fingió acercarse al altar. Dió una reverencia a la diosa que había visto muchas veces y de la cual tenía algunos de sus rasgos helados en la piedra memorizados.

Tu perfume entre la nieve (Tian Guan Ci Fu) (Fengqing)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora