Tu perfume entre la nieve (Tian Guan Ci Fu) (Fengqing)

Capítulo 18 ~ Tulipanes y nieve.

"¿Estás seguro de que estarás bien?" Preguntó Xie Lian mientras estaban en matemáticas, clase que tenían justo antes de la clase extracurricular.

"Deja de subestimarme, Xie Lian, siempre lo haces" Mu Qing jugó con su lápiz mientras miraba un hoja de color azul sobre su libro.

"Bien" suspiró el castaño "Solo dime si hay algún problema"

"No lo hay ni lo habrá" Mu Qing rodó los ojos "además, ¿no fuiste tú quién dijo que debería ir?"

"Dije que deberías hablar con Shi QingXuan"

"Para que fuera con ustedes dos"

Xie Lian suspiró "Solo quiero ayudarte a que dejes todo atrás, no vale la pena que sigas con eso, después de tantos meses"

"¿Y me lo dices tú?"

"Si" agregó el castaño "Por eso misma razón te lo digo yo"

Mu Qing resopló.
"Solo confórmate con saber que iré" Mu Qing rodó los ojos "Las razones por las que lo hago, ni siquiera deberías saberlas"

Xie Lian suspiró y siguió con sus apuntes.

"Solo procura que tu novio no exagere" gruñó el peliplateado "Ama hacer sus entradas como si fuera una reina"
Xie Lian rió nervioso.

Mu Qing suspiró. En un par de días, empezando el fin de semana, iría con Xie Lian y Shi QingXuan a los barrios bajos (Hua Cheng no estaba en el plan, pero estaba seguro de que iría, aún si medio mundo se lo impidiera). Había tenido varias oportunidades para arrepentirse en el transcurso de aquella semana, y sobretodo con el recuerdo de Feng Xin latiendo una y otra vez, pero aún así, estaba seguro de volver a ese lugar. 

Si se encontraba con la ignorada tensión entre Xie Lian y él, luego el recuerdo de una traición pasada; si volvía a ver a Jun Wu y sus juegos psicológicos. Bueno, era algo de lo que no quería preocuparse hasta que lo tuviera en frente, después, si lo encontraba solo, podría escupirle unas cuantas palabras y un par de golpes a cambio de todos los meses de acoso y autodesprecio producido.

Pero por el momento, no quería pensar demasiado en ello, y lo único que había encontrado para olvidar aquello aunque fuera solo por un momento, era nada y nada menos que algo peor. 

Las notas de "Nan Feng".

Maldición.

Si lo pensaba bien, lo mejor hubiera sido quemar y desechar aquellas cartas justo después de leerlas. Pero no. La mayoría de ellas habían pasado a ser trozos de papel disperso entre sus libros, su bolso y su ropero. Alguno había terminado en la lavadora y sinceramente agradecía que su madre olvidara a veces revisar los bolsillos de su ropa. Menos notas con las que torturarse, al menos.

Algunas iban desde saludos perezosos y descuidados a notas mucho más extensas, como la que estaba leyendo justo en ese momento.

"Te gustan los claveles. 
Siempre encuentro un clavel marchito cuando llegó al templo. Y siempre dejas uno nuevo que estará ahí durante toda la semana.

El invierno será en menos de un mes.
Los claveles no resisten al invierno.
¿Has pensado en lo que harás cuando los claveles ya no estén?

Los tulipanes soportan la nieve, por si quieres saberlo. 

Rojo y blanco.

¿Claveles rojos y nieve?"

Att: Nan Feng.

Parecían notas sin razón aparente y tan fuera de sí, que en su momento, Mu Qing ni siquiera le había dado importancia. ¿Quien preguntaba acerca de qué flor dejaría, después de que el invierno empezara?