Tu perfume entre la nieve (Tian Guan Ci Fu) (Fengqing)

Capítulo 30 ~ Es tu turno de hacer las cosas bien.

¿No ves que lo nuestro es raro?
Sigue intacto en mil pedazos
Y no logra romperse.

Respira ileso en sus estados graves
Tanto hablar del fin
Que ahora apenas duele.

Y aún así, te reirás
Volvería a revivirlo sin dudar.

Podría ser tan fácil, sería espectacular
Si fueran reversibles, aquellas noches de incendio.

Más noches reversibles, para saborear
Las horas más humildes, con un placer más intenso.

¿No ves que si hemos perdido
Hemos ganado historias que contar?
Más que algunos tienen.

Recuerda que si caímos en picado
Es porque a veces fuimos nubes con la mente.

Si pudiera transformar nuestras noches
En un ciclo sin final...

Noches Reversibles ~ Love of Lesbian.

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"Vaya, ésto si que es una sorpresa" Mu Qing alcanzó a oír un bufido desde la entrada de la casa central de la Tierra de nadie, que era la única zona en la que, como su nombre lo decía, no pertenecía a ninguna pandilla y era usada como punto neutro donde nadie tenía poder "había escuchado rumores acerca de que vendría, pero jamás pensé que Wuya se atreviera a hacerlo"

"Hudie*..." Mu Qing rodó los ojos y aún bajo la capucha de su sudadera negra, le dió una mirada y un bufido al chico de ojos rasgados que seguía apoyado en la entrada, el contrario solo le dió una sonrisa coqueta entre su largo cabello negro.
"Ha pasado bastante tiempo, Wuya, querido" Hudie ladeó la cabeza y sonrió aún más suavemente si era posible, y aunque el gesto casi parecía inofensivo, Mu Qing sabía perfectamente lo que ocultaba. Hudie era, tal como Arowana en Mar Muerto, uno de los principales lideres de las pandillas de la zona más popular de Ciudad Fantasma y como tal, estaba bajo el mando de Hua Cheng; Hudie era de aspecto hermoso y de rasgos androginos, con ojos y pómulos finos, casi angelical, al menos para el que lo viera por primera vez y no lo conociera en verdad, pues todos en los barrios bajos sabían que Hudie era bello y grácil por fuera, como una pequeña mariposa coqueta, pero se valía de aquello para ocultar la faceta cruel y despiadada que mostraba a todo aquel que se atreviera a hacer algo en contra de Mar Muerto, su gente y su señor.

En el pasado, cuando Mu Qing pasó a ser parte de Mar Muerto, conoció a Hudie mientras enviaba los muchos mensajes desconocidos de parte de Aguas Negras a Lluvia Carmesí -mucho antes de saber que detrás de ese nombre estaba "San Lang"- y aunque al principio le pareció una criatura inofensiva con su aspecto delicado y frágil, poco después, cuando llegó a sus oídos la notícia de que una pandilla de Occidente, que había sido descubierta espiando, había salido expulsada de Ciudad Fantasma de la manera más humillante por nada más y nada menos que el popular Hudie, concluyó que era alguien de quién debía cuidarse.

"Menos del que quisiera..." Mu Qing bufó y sus ojos oscuros se enfocaron en el rostro de Hudie, el chico tenía el gesto coqueto algo tenso, tal parecía que en verdad no esperaba verlo "¿Me dejarás pasar o no?"

"Hua ChengZu no estará nada feliz de verte y mucho menos El Blanco sin rostro" Hudie sonó burlón.

"Ya deberías saber que no estoy aquí para complacer a nadie, ni a tu señor ni mucho menos al bastardo de Jun Wu"

Hudie levantó una ceja y le dió una sonrisa lánguida "Ya veo que no has cambiado nada..."

"Para mi fortuna y tu desgracia" Hudie lanzó una risa tensa, enfocó su mirada en Mu Qing y al final, después de un par de segundos, su gesto se volvió serio y frío.
"En verdad no entiendo que haces aquí o que diferencia haría el que delataras a Jun Wu con La Burguesía..." Hudie suspiró y chasqueó la lengua "pero en fin... si después de ésta tontería, tenemos que ir a la guerra, no me importaría partirle la cara a unos de esos tantos hijos de perra que están con Jun Wu y de paso a su mismo jefe también"