Jack llevaba los últimos días distante.Billy había intentado hablar con él un par de veces, pero el hombre había sido evasivo.
Ocultaba algo, Billy no era tan tonto para no darse cuenta, que acostumbraba jugar el rol de chico lindo y tonto, la vida le había enseñado que ser un tonto lindo era la estrategia más conveniente para alguien como él, podía parecerlo, vamos, pero no lo era. No tanto al menos. Que en lo que leer personas se trataba, tenía un sexto sentido y su intuición le decía que Jack ocultaba algo...
Se lo estaba gritando como si llevara un cartel de neón en la frente.
—ya estamos.
El pelirrojo pestañó un par de veces y concentró sus ojos en el doctor frente a él. Acababa de quitarle el yeso. Billy movió su muñeca. Se sentía ligeramente entumecido a pesar de que había movido los dedos esas últimas semanas.
—no tan rápido. —el hombre lo agarró por la mano deteniéndolo en sus movimientos, sus dedos delinearon la piel de su antebrazo con pereza hasta detenerse en los huesos de su muñeca. —Haremos una placa para ver que todo esté bien.
El hombre le sonrió.
A Bill no le gustó su sonrisa.
Lo miraba de la manera en la que ves un pastel de tu sabor favorito en la vidriera.
Del mismo modo en el que te ve Jack… susurró su inconsciente, pero no le molestaba la manera en la que Jack lo miraba… no lo hacía sentir un trozo de carne expuesto, que el inglés lo miraba como si quisiera comérselo la mayoría del tiempo, pero había algo distinto ahí, algo que lo hacía sentir cómodo.
Jack intentaba fingir que no se sentía tan atraído por él como lo hacía y eso era lindo, vamos, a Bill le gustaba molestarlo, era casi como jugar a cazarlo.
¿Un conejito pelirrojo cazando al fuerte y feroz lobo inglés? Sí claro...
Bien, de acuerdo, no era la mejor analogía, si lo pensaba sonaba ridículo, pero Jack... Jack podía verlo como si quisiera desnudarlo sin hacerlo sentir expuesto, era todo lo contrario, se sentía seguro a su lado... como... como si fuera Billy quien tuviera el control incluso cuando no fuera cierto.
La mano del Dr, fue hasta su mejilla trayéndolo de nuevo a la realidad. Últimamente lo que más hacía era abstraerse pensando en Jack. Él inglés últimamente estaba extraño y eso lo preocupaba.
—Has sanado bien, Billy—El pelirrojo alzó la vista con sus amplios ojos celestes intentando parecer indiferente mientras el Dr. Hacía presión sobre los huesos de su cara—¿Duele?—Billy negó, había repetido aquello la semana anterior, y la anterior, y la anterior a la anterior...
—Quítate la ropa. Por favor.
Billy hizo una ligera mueca de incomodidad, pero obedeció dejando que el hombre inspeccionara y palpara su cuerpo.
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Building love (Gay +18)
RandomJack Harrel conde de Meyerside y único heredero del ducado de Sefton termina en Chicago al intentar huir de sus responsabilidades. En su primer noche en suelo americano conoce a Billy Brennan un joven y extrovertido estudiante de arquitectura abie...