Jack Harrel conde de Meyerside y único heredero del ducado de Sefton termina en Chicago al intentar huir de sus responsabilidades.
En su primer noche en suelo americano conoce a Billy Brennan un joven y extrovertido estudiante de arquitectura abie...
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Era tan fácil volverse una persona despreciable cuando te lo quitaban todo.
Últimamente Jack desquitaba su odio contra todo lo que respirara, de hecho había hecho renunciar a 4 nodrizas. Los empleados corrían lejos de él casi tanto como de Lord Harrel. Al final de cuenta sí era un Harrel con todo y apellido.
Ya casi no discutía con su padre, de hecho Jeremiha parecía casi orgulloso de él y su nueva forma de tratar al personal como si valieran mierda.
Vio a su hermano sentado en un sillón a su lado, era el director del Queen Bank, razón por la que llevaba los números de la familia.
Estaban teniendo una aburrida charla sobre finanzas con su padre en la biblioteca, de la que el estaba siendo parte, solo porque desde que estaba casado había evolucionado a “hombre”. Pero de no ser porque su padre lo obligaba a estar presente ni siquiera perdería el tiempo compartiendo con ellos, Jack no era malo para los negocios. Solo que últimamente se sentía malo para todo, terminó su vaso de Wiski y se despidió para ir a “atender” a su esposa.
Mientras se acostaba con ella , Jack se preguntó por millonésima vez si de verdad Lord Harrel había amado a esa prostituta que había embarazado.
Casi comprendió a su padre y el odio que sentía por su madre y por él. Si no lo hubiera odiado como lo hacía probablemente hasta se hubiera compadecido. Pero lo odiaba y se odiaba y odiaba cada maldito segundo de su existencia en los últimos meses.
Viendo a Elisa correrse debajo de él se sintió asqueado consigo mismo.
Le dio un beso en los labios en automático y se levantó a por una ducha.
Elisa era preciosa, no era una mala persona, no entendía por qué demonios no podía evocar ni un solo sentimiento positivo hacia ella.
¿Por qué tenía que costarle tanto?
Jack quería enamorarse de su esposa y tener una familia feliz con la que criar a su hijo. Mentía, el no quería enamorarse, le bastaba con no detestarla.
Lo intentaba, lo intentaba con ganas, buscar algo que le gustara de esa mujer, pero Elisa aliándose con su familia se había ganado todo el rencor de Jack. Y Jack era un hombre rencoroso, cúlpenlo por eso... no podía dejar de verla como un ser ruin y caprichoso que a la primera de cambio amenazaba con llevarse a Nathan.
Tampoco era que del se pudiera decir que fuera un esposo modelo, había empezado a beber y engañarla con todo lo que se moviera, estaba siendo indiscreto porque parte de él quería que Elisa lo supiera, era su venganza por obligarlo a estar con ella. Era estúpido y retorcido pero así era como últimamente se sentía, jodidamente retorcido y desgraciado.
Y alguien tenía que pagar su frustración ¿Qué mejor que la maldita causante de toda su mierda?
Después de salir de la ducha fue al cuarto de su hijo, era parte de su rutina nocturna, su recordatorio de por qué demonios no agarraba sus cosas y se largaba de aquella tortura como había hecho cientos de veces atrás.
