𝓬𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 1: 𝓾𝓷 𝓬𝓪𝓶𝓫𝓲𝓸 𝓭𝓮 𝓪𝓲𝓻𝓮.

155 6 1
                                    


Me desperté en mí, ahora, vieja habitación la cual estaba rodeada de cajas por la mudanza que nos había puesto patas para arriba. Yo no sé qué era peor, si aguantar a mis padres yendo de un lugar para el otro, metiendo nuestra vida en esas cajas de cartón, o aguantar a Evan molestándome como todo buen hermano mayor. Andy, a diferencia de Evan, no me molestaba porque ya se entretenía molestando a mama y papa escondiéndoles cosas de la casa, como el control remoto de la tele o el papel burbuja para envolver los espejos. La razón de la dichosa mudanza era el trabajo de mis padres, la editorial Rivenhood de la que ellos eran dueños había abierto su nueva sucursal en Los Ángeles y mis padres como dueños tenían que organizar y poner en marcha todos sus trabajos pendientes.

- Brianna, si no te levantas ya no vamos a llegar para antes del mediodía- me gritó mi padre desde la puerta de mi cuarto. Tome mi celular de la mesita de noche al lado de mi cama y vi la hora, eran las 5:30 de la mañana y mis ganas de no mudarme iban en aumento.

Me levante dispuesta a cambiarme mi pijama de algodón con nubecitas, me puse unas calzas negras y una blusa blanca, si iba a pasar casi 6 horas en un auto desde san francisco hasta los Ángeles lo haría cómoda para no seguir arruinando mi mañana, si, nunca había sido una persona muy paciente que digamos, y recién despertarme y que me den ordenes tan temprano me estaba sacando de mis casillas. Ate mi largo pelo rubio en una coleta despeinada y Salí a buscar mi preciado café ( según mi familia soy adicta a él, pero no hay nada de qué preocuparse).

-Briann ¿sabes dónde puse mi zapatilla izquierda?- me pregunto Evan desde la escalera saltando en su pie derecho  con el pelo castaño revuelto y cara de recién levantado.

-¿tengo cara de que si?-la respondí sarcásticamente

- ho, olvídalo acá esta – Evan siempre pierde todo en todas partes, una vez perdió a Andy en un baño de parque de diversiones y estuvimos buscándolo por cuarenta minutos hasta que fuimos a revisar la parte de las duchas donde se había quedado dormido en un banco por esperar a Evan.

-chicos suban al auto así salimos ya, y Brianna encárgate tú de Andy porque no queremos que Evan lo vuelva a perder de camino a Los Ángeles-

- FUE SOLO UNA VEEEEEZ- se quejó Evan arrastrando la E-¿en esta familia no nos podemos equivocar o qué? –

-no cuando se trata de no perder a tu hermano, hijo-.

(...)

Papa estacionó en el garaje de una casa blanca y gris de dos pisos con una pared de piedra y una puerta muy alta(claro, desde mi perspectiva de minion, todo es alto), podía distinguir unos ventanales grandes y hermosos, como esos que ves en los programas de remodelacíon. Una vez dentro, me di cuenta de que esta casa era mucho más grande que mi vieja casa. Esta tenía cuatro habitaciones y dos baños y un gran salón con cómodos sillones en tonos blanco y negro, ademas de una cocina abierta e iluminada(aunque mis conocimientos de cocina eran tan básicos como el preparar un vaso de agua). A la hora de elegir quien dormiría en cada habitación la elección para mí fue muy fácil, mientras que mis hermanos se peleaban como monos por la habitación más grande, elegí la última habitación del largo pasillo, solo por ese hermoso balcón que daba una vista de toda la cuidad, extraño poder visitar el Golden Gate, pero no voy a negar que la vista desde este punto es hermosa. La única forma de describir esta casa era WOW. Lo que primero me había llamado la atención de ese balcón, ademas de la vista, era que tenía una silla colgante de mimbre, en la cual, podría sentarme a leer mientras tomaba café y veía la hermosa ciudad. Me gustaba mucho la paz y la tranquilidad, aun que era difícil teniendo en cuenta que tengo dos hermanos que son como cohetes con patas y mis padres siempre están en movimiento, Yo por mi parte era la tranquila, pero era la mas impulsiva de todos.

EncubiertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora