𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 8:𝓔𝓵 𝓶𝓾𝓮𝓵𝓵𝓮 1/2.

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En el segundo despúes a cortar me quedé pensando en porque lo había llamado a él en vez de caminar para despejarme o leer algo, pero mi cabeza necesitaba un poco de normalidad en todo este lío que parecía nunca parar de complicarse más y más, necesitaba que no me vieran con ojos de lástima o con cara de querer buscar una respuesta por mí,  yo puedo entrenarme y buscar mis propias respuestas, pero lo que no puedo hacer es cambiar la forma en la que me ven, obviamente.

Me paré para cambiarme, ya que iba a salir no iba a hacerlo con la ropa de deporte que usé para el entrenamiento. Me puse una de mis remeras más largas y anchas, era un jersey de los Atlanta Braves en color blanco y rojo  y debajo un short de jean, todavía hacía calor en la ciudad y necesitaba refrescarme un poco. Cuando terminé de calzarme mis vans me llegó un mensaje de Henry diciendo que estaba abajo esperándome, bajé las escaleras diciéndole a Emily que iba a salir a caminar, si le decía que estaba con Henry me iba a molestar hasta que tuviera bisnietos y paso de eso, ella solamente me dijo que me cuide y que esté atenta a todo. Salí por la puerta principal y ahí estaba él, apoyado sobre su auto,  llevaba jeans negros y una remera blanca simple, pero le quedaba muy bien a decir verdad, me acerqué a él y esbozó una pequeña sonrisa ladina.

-supongo que vine a rescatar a la princesa ¿no?-dijo, creo que nunca abandona ese tono sarcástico que usa para todo.

-tal vez pero por lo general eso lo hace el príncipe y tú estás muy lejos de ser uno, al igual que yo no soy una princesa- y lo lejos que estaba de ser una, pero yo no quiero ser la princesa de nadie.

-bueno pequeña vamos a donde quieras y de paso me explicas que pasó-

Asentí con la cabeza y subí al auto. Tenía una idea de donde podíamos ir para estar tranquilos así que solo le dije a Henry hacia dónde ir. Dentro del auto sonaba Queen, no creí que escuchara esa música pero me agradaba, Henry me inspiraba tanto misterio como sinceridad, me había hablado de él y de su vida pero nuca indagaba mucho para no incomodarlo, y era tan fácil hablar con el que las horas pasaban rápidamente.

-bueno Brinna, ¿qué pasó? No es que no quiera tenerte aquí conmigo, pero me pareció raro que me llamaras a mí para rescatarte-

-mis padres están de viaje- preferí no sacar todo a la luz- todo esto me estresa y necesitaba salir urgente, perdón si te molesté en algo, fue lo primero que se me ocurrió y-

-No Brinna- me interrumpió- nunca el que me llames para ayudarte va a molestarme, a mí también a veces me sobrepasan las cosas y necesitamos salir-dijo serio mirando al frente- gracias por confiar en mí en esos momentos entonces- giró un poco la cara para mirarme, nadie en sus cabales podía decir que no era atractivo, tenía un perfil que parecía tallado y leves ojeras bajo los ojos, parecía que no había dormido bien, además llevaba el pelo despeinado y le caían oscuros mechones sobre la frente, simplemente se veía bien sin intentarlo, llevaba a la perfección ese look de" no me importa nada como me veo porque sé que me veré bien con todo".

-de igual manera gracias, estaba a punto de golpear algo, me estreso muy fácilmente creo- dije medio en broma riendo.

-te ves linda cuando te enojas ¿te lo dijeron?- ok, eso no me lo esperaba. Por lo general, cuando alguien me decía algo lindo solamente decía gracias y una pequeña sonrisa si estaba de humor, pero ahora, era diferente. Miré por la venta para evitar mirarlo a la cara, no sabía qué hacer, a veces podía ser un poco fría pero era sin querer y no quería que eso arruinase la salida.

-ya se me ocurrió a donde podemos ir- ese lugar me lo había mencionado Emily hace unos días diciendo que era muy hermoso y silencioso, y que por eso le hacía acordar a mi cuando le pedía que no haga tanto ruido.

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