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-Gracias por la noche chicas, me lo he pasado genial. -dijo Cara levantándose del sofá.

-Un placer Cara, ya tenía ganas de conocerte. -dijo Lauren mirándome fugazmente y guiñándome un ojo.

¿Qué había sido eso? ¿Por qué Cara se sonrojó?

La rubia se despidió de nosotras con un beso en la mejilla y cuando desapareció, miré a Lauren desafiante.

-¿Qué coño ha sido eso Jauregui? -dije.

Mi amiga levantó sus brazos.

-Es guapa, está buena, te come con la mirada y tú eres muy estúpida y no lo ves. -dijo demasiado relajada.

-Mi amor, ¡pero es su hermana! -dijo Camila.

-Vida mía... a veces no sé que hacer contigo. -le dijo Lauren acariciándole el pelo de manera dramática.

Comenzamos a reir, Camila tenía su humor.

-Bueno, pues mi hermana fictícia no me gusta. ¿Está bien? -dije levantándome del sofá y dirigiéndome a la cocina para tirar las latas de cerveza vacías.

-¡Mentirosa! -gritó Lauren desde el salón.

-Es la verdad. -contesté sentándome de nuevo en el sofá.

-A ti lo que te pasa es que... sigues ciega de amor. ¿Cuándo la superarás _____? -dijo Lauren sentándose a mi lado.

-¿Cómo voy a superar a una persona que veo en todas partes, Lauren? -dije triste.

Recargó su cabeza en mi hombro y suspiró.

-Ya viste que no funcionó, érais demasiado... celosas. Todo se fué a la mierda por vuestra culpa, por culpa de las dos. -dijo Camila, sentándose a mi otro lado en el sofá.

-Sigo teniendo la esperanza de envejecer con ella. -dije con lágrimas en mis ojos, apunto de llorar. -¿La habeis visto últimamente? -quise saber.

-Hace una semana la vi en un festival, estaba con Danielle y Noah. -dijo Camila.

-¿La viste bien? -pregunté.

-Ella... ya sabes, es Billie. Se camufla detrás de esa blanca sonrisa y nadie puede saber lo que le pasa por la cabeza en ese momento. -explicó. -Me preguntó por todos en general, por Lauren, por Diego, por tí...

Mi estúpido y enamorado corazón se aceleró, por esa simple cosa, porque preguntó por mi.

-Bueno, será mejor que me vaya a dormir. Hoy ha sido un día demasiado largo. -dije levantándome del sofá. -No hagais mucho ruido, perras.

Besé sus mejillas y me encerré en mi habitación.
Lauren y Camila dormirían en la de invitados.
Con mi sueldo podía pagar perfectamente ese apartamento de dos habitaciones, gran salón, dos baños, cocina y un balcón con vistas al centro.

Lo decoré a mi gusto y me sentía demasiado bien allí. Era mi espacio y no me era necesario vivir en una extravagante mansión con criados y coches de lujo. Ese no era mi rollo.

***

Un delicioso aroma a café me despertó.
Me puse una camiseta larga que llegaba casi a mis rodillas y cuando salí al salón, vi a Lauren haciendo café y Camila haciendo tostadas.

-Buenos días bella durmiente. -dijo Lauren. -¿Café?

Asentí.

-Gracias. -agradecí.

Salí al balcón para que la brisa mañanera chocara con mi rostro y así despertarme un poco, había dormido pocas horas y mis ojeras me delataban.
Me encantaba cuando mis dos amigas se quedaban a dormir, pasar las mañanas en compañía es una cosa que adoro y, gracias a sus trabajos, pueden quedarse siempre que quieran.

I should've known || Billie EilishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora