I should've known || Billie Eilish

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¿En qué momento dejé de escuchar la música?

Mis cinco sentidos estaban pendientes de la chica que agarraba con fuerza mi cintura.

Curvó la comisura de sus labios, y aparecieron unos hoyuelos que me moría por besar.

-Está bien... -susurró. -Pero aquí no.

Desvió la mirada de mis ojos y miró a Isaac.
Este asintió con la cabeza y Billie cogió mi mano, adentrándose entre la gente.

La entendía, porque cuando eres famosa y te besas con alguien... se puede liar una gorda.
¿Pero a dónde me llevaba?

Dejamos atrás la pista y nos adentramos en el pasillo. Sacó una llave de su bolsillo y abrió una de las puertas cerradas.

-Entra. -dijo mirando hacia el pasillo, cerciorándose que no hubiera nadie.

Le hice caso y entré, cerró la puerta y puso la llave.

Sentí la adrenalina correr por mis venas, nunca había estado en una situación así, y menos con una mujer.
Se giró y clavó la mirada en mis ojos, comenzando a caminar hacia mi.
La habitación estaba muy oscura, pero por la ventana se colaban las luces de las farolas y podía ver con claridad a Billie.

-Desde que te he visto al llegar... no he podido quitarte los ojos de encima. -se paró a un paso de mi.

Quise decir algo, pero las palabras no me salieron.
Mi cuerpo temblaba visiblemente, mi corazón estaba como loco y no podía creerme que la chica atractiva que me cautivó cuando la vi, me estuviera diciendo eso.
Bendito sea el alcohol, porque de un momento a otro el miedo se me fué del cuerpo y ganó el deseo.

Di un paso al frente y lentamente enredé mis manos en su sedoso pelo.
Juntó su frente con la mía y su aliento chocó en mi boca.

Acerqué mis labios a los suyos, rozándolos suavemente.
Suspiró y entreabrió sus labios, pasando su lengua por ellos lentamente.

Estaba mojada, lo admito.

Sus manos se aferraron a mi cintura y cortó la distancia que nos separaba, chocó sus labios en los mios y buscó mi lengua con la suya desesperadamente.
Gemí en su boca, nadie me había besado nunca de esa manera y mis piernas se iban a doblar por el placer.

Eran suaves y cálidos, esponjosos, y contra más la besaba, más ganas tenía de no parar.

Pasé mi mano por su cuello, ascendí y acaricié su mandíbula mientras nuestras lenguas batallaban con fuerza.
Suspiré en su boca cuando sus manos se colaron por mi camiseta y tocaron mi piel, herizándola al instante.

Sus manos subían poco a poco, hasta que llegaron a mis pechos y los masajeó a su gusto.
¿Por qué cuando me he encontrado en estas situaciones con un chico, no me he sentido así?

-Billie... -dije entre besos.

-¿Uhm? -dijo bajando sus besos por mi mandíbula.

Llegó a mi cuello y lo succionó de una manera que me hizo gemir bajito.

-Nunca... nunca he estado con una chica. -le admití.

Paró sus besos en mi cuello, sacó las manos de debajo mi camiseta y me miró.
Su respiración estaba ajitada y su pecho subía y bajaba con rapidez.

-¿Nunca? -susurró.

Negué con la cabeza.

-Lo...lo siento si te he aguado la fiesta. -dije abrazándome a mi misma.

Una sonrisa se formó en su rostro y volvió a acercarse a mi. Acarició mi mejilla de forma muy dulce.

-Ven. -dijo cogiendo mi mano.