Condujo hasta una zona apartada del centro de LA, habían edificios y bloques de pisos por todos lados.
Estacionó su coche y bajamos.-¿Tu apartamento está ahí? -dije señalando el bloque de pisos frente a nosotras.
-Sí, es el ático. -contestó cerrando el coche y comenzando a caminar.
La seguí y entramos al interior, caminamos hacia el ascensor y cuando se cerraron las puertas comencé a temblar en mi interior.
Estar a solas con Billie provocaba que todo mi cuerpo reaccionara a cualquiera de sus movimientos, y ahora estaba mirándome.
Miré los botones del ascensor, quedaban cinco pisos.
Luego la miré, con mis nervios a flor de piel y vi que su mirada recorrió todo mi cuerpo haciéndome estremecer.-Eres preciosa. -susurró, dando un paso hacia mi.
Tragué en seco.
-Tu... tu también lo eres. -contesté nerviosa.
Gracias a Dios las puertas se abrieron y el calor que había en ese ascensor se esfumó.
Entramos al apartamento, era pequeño pero acogedor a la vez.
Nada más entrar, veías el salón con una cocina a la izquierza, una barra de bar y taburetes. Habían unas escaleras de caracol a la derecha del salón donde supuse que se encontraba la habitación. Las paredes eran grises y el suelo blanco. Me gustó mucho.-Mira. -dijo dirigiéndose a una puerta. -Aquí tenemos un pequeño estudio.
Inspeccioné la pequeña sala insonorizada.
-Así que es aquí donde creas esas piezas de arte. -le dije.
Rió.
-Bueno, la mayoría de canciones las creamos en el estudio de la habitación de Finneas, pero aquí también. -contestó, volviendo a cerrar la puerta.
Tomó mi mano y me guió hacia las escaleras, las cuales subimos y me encontré con una habitación completamente blanca, con una cama enorme y un ventanal donde se veían las luces de todo LA.
-Me encanta tu apartamento. -dije mientras la veía acercarse a un armario.
Tomó dos camisetas enormes y me tendió una.
-A mi me gusta pasar tiempo aquí, es donde me escondo de todo y de todos. -dijo.
Cogí la camiseta y vi cómo Billie se deshacía de su ropa frente la cama.
Madre mia, mis hormonas no aguantaban esa imagen.
Cuando quedó en ropa interior, quitó su sostén y se colocó la camiseta. Menudo cuerpo.Me sentí como una idiota mirándola disimuladamente, así que hice lo mismo y me coloqué la camiseta. Dejé mi ropa sobre una mesilla y me acerqué a ella.
-Dormiré en el sofá de abajo, que pases buena noche. -besé su mejilla y me dispuse a caminar hacia las escaleras.
-De eso nada. -dijo cogiendo mi brazo y girándome hacia ella. -Quiero que te quedes conmigo, por favor.
Su mirada azul y profunda encontraron mis ojos, provocando que todo mi cuerpo reaccionara a ella y a las caricias que dejaba en mi brazo.
-Está bien. -contesté.
Destapó la cama y nos metimos entre las sábanas.
Debo reconocer que estaba nerviosa, nunca había pasado la noche con ella y tenerla tan cerca no era bueno para mi salud mental.Pensé que giraría su cuerpo dándome la espalda, pero se estiró de caras a mi y gracias a la luz que entraba por el gran ventanal, la veía bastante bien.
-No sé qué me pasa contigo. -dijo colocando su mano en mi cintura.
Mi piel se herizó.
-¿Qué quieres decir? -pregunté tímida.
Suspiró, y su aliento chocó en mi boca. Estaba muy cerca de mi rostro.
-Pues... no sé. Pero he estado con muchas chicas y tú eres especial, ya te lo dije. -contestó.
A mi mente vinieron las palabras de Noah. Billie ilusiona a las chicas, consigue lo que quiere y luego se va.
-Billie... no me digas esas cosas si no las sientes de verdad. Sé que vas de chica en chica y... lo siento, pero yo no quiero ser una más. -contesté manteniéndome firme, apartando con cuidado su mano de mi cintura.
-No eres una más. -dijo volviendo a poner su mano sobre mi cintura. -¿Cómo demostrártelo? Bueno, pues nadie después de Sabrina ha dormido conmigo.
Apoyé mi codo en la cama y mi cabeza sobre mi mano, mirándola desde arriba.
-¿Nadie? -pregunté.
-Nadie, y mis amigos pueden confirmártelo. -contestó colocando su otra mano en mi cintura.
La mitad de mi cuerpo estaba apoyado sobre el suyo, y sus manos me decían que quería que me estirara sobre ella. Así que acabé de colocarme sobre ella y dejé caer todo mi peso, estremeciéndome al instante cuando nuestras piernas desnudas se enredaron.
La _____ seductora, volvió. No podía resistirme. Su cuerpo me encendía.
-¿Y qué es lo que tengo yo que no tienen las demás? -susurré meciéndome lentamente sobre ella.
Suspiró y su respiración se aceleró.
Sus manos se fueron a mi trasero y lo apretó, provocando que me moviera sobre ella y nuestras zonas semidesnudas rozaran.-No tengo ni idea, pero nadie me ha vuelto tan loca como tú. -dijo.
Me senté a horcajadas sobre ella, y bajo su atenta mirada me quité la camiseta.
Sus ojos se oscurecieron y se sentó, besando mi cuello al instante.
Suspiré sonoramente, Billie tenía un poder extraño sobre mi y con tan solo un toque podía humedecerme de manera extrema.-Tu... tu también... me vuelves loca. -dije entre suspiros mientras enredaba mis manos en su pelo y sus besos bajaban a mis pechos.
Cuando sentí su boca alrededor de uno de mis pezones, la cordura que mantenía en esos momentos se fué a la mierda.
Luego jugó con su lengua y mordió suavemente, haciéndome gemir.Con desesperación, levanté su camiseta y quedamos las dos en igualdad de condiciones.
La empujé suavemente y cayó sobre la cama, y sus ojos en esos momentos me decían que me deseaba.-No sé lo que quieres de mi. -dije inclinándome hacia su oreja. Mordí el lóbulo y sus manos se aferraron a mi cintura, haciéndola suspirar. -Pero da igual lo que quieras, en estos momentos no puedo pensar. -susurré en su oreja.
Mis manos en su cintura, notaron cómo se herizó su piel.
-Yo tampoco sé lo que quieres de mi. -dijo. En un rápido movimiento rodó en la cama y se colocó sobre mi cuerpo. -Pero ahora mismo... quiero hacerte sentir lo que nadie nunca te hizo sentir.
Sus ojos estaban fijos en los mios, y mi boca se secó cuando comenzó a descender por mi cuerpo con sus labios. Temblé por la anticipación y me aferré a las sábanas.
Sus manos acariciaron mis muslos internos, abriendo mis piernas y exponiéndome a ella. Besó mi zona sobre la ropa interior y me mordí el labio, evitando que se escapara un gemido.
Levanté un poco mi cabeza para deleitarme con las vistas y vi que pasó la mano por su pelo azúl, tirándolo hacia un lado y dejándome ver su rostro a la perfección.
Sus labios rojos y gruesos, su mandíbula marcada y su mirada azúl pasando por la mia durante dos segundos, humedeció toda mi zona, más de lo que ya estaba.Bajó mis bragas lentamente y las quitó, voliéndose a colocar entre mis piernas. Miré hacia el techo, y cuando sentí su cálida lengua pasar por toda mi zona, me pareció ver el cielo.
No podía ocultar mis gemidos, y mucho menos cuando su lengua se concentró en mi botón y noté dos de sus dedos dirigirse hacia mi entrada.Pasaron horas, hasta que vimos los rayos del Sol colarse por el gran ventanal.
Esa noche no fué como las demás. Esa noche sentí cosas extrañas y sentí arder mi pecho cada vez que llegábamos juntas al orgasmo.
Sus ojos azules me miraban diferente, pero no quería hacerme ilusiones.
Lo que sí tenía claro es que no quería que esa fuera la última vez que probara su cuerpo, ni la última vez que mis manos tocaran su piel desnuda.Me daba igual si con el tiempo acababa enamorándome de ella, pero era adicta a Billie Eilish y no podía quitármela de la cabeza.
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I should've known || Billie Eilish
Fanfiction_______ Cooper, una chica normal con una vida normal. Pero todo cambiará cuando su popular amiga Lauren, la invita a una fiesta donde conocerá a una chica de intimidantes ojos azules. Todos conocen a esa tal Billie Eilish. ¿Por qué ella no supo ant...