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No tenía ni idea de lo que estaba pasando, pero me preocupó la manera en la que Billie huyó.
Caminé por donde Billie había salido y me topé con Lauren y Camila.

-Lauren. -la llamé en voz alta.

Estaban bailando animadamente. Demasiado animadamente. Entrecerré mis ojos pero cuando Lauren giró su rostro hacia mi, me concentré en lo que me importaba.

-¿Habeis visto a Billie? -pregunté.

-Creo que ha salido a fuera. -dijo Camila.

-Gracias. -les sonreí y me dispuse a salir hacia la terraza.

Había mucha gente desperdigada por el jardín, busqué con mis ojos a Billie pero no pude ver ninguna melena azúl.
Mis ojos se fijaron en dos personas que reconocí.

¿Eran Diego y Noah besándose?

Abrí mis ojos como platos, sorprendida. Me alegré por Diego, se merecía algo así.

Seguí buscando a Billie, hasta que vi una melena azúl dirigirse hacia la salida.
Caminé con paso decidido hacia ella, vi que cruzó la acera y se acercó a su coche.
Abrió la puerta y antes de que se sentara la alcancé.

-Billie. -dije cogiendo su brazo. Se giró hacia mi.

Su mirada alegre y azul, se había convertido en una fría y hueca.

-Qué quieres. -dijo cortante.

Tragué en seco.

-Em... ¿estás bien? ¿Por qué te vas? Sólo son las dos. -dije acariciando su brazo con cuidado.

Bajó su mirada al suelo y jugó con sus pies.

-Estoy demasiado cansada. -respondió.

Volvió a mirarme, y esta vez vi las lágrimas amenazando con salir en cualquier momento.
¿Qué estaba ocurriendo?

-Hey... puedes hablar conmigo de lo que sea. -dije con calidez. Dejé de acariciar su brazo y cogí sus dos manos.

Desvió su mirada cristalizada de mis ojos y se quedó mirando la casa de Danielle mientras intentaba no llorar. Su mandíbula se tensó.

-Vete, ______. No quiero pagar mi mal humor contigo. -dijo soltando mis manos.

Suspiré.

-¿No confias en mi? -pregunté, intentando que me mirara.

Cogió una gran bocanada de aire y me miró mientras secaba una lágrima que resbaló por su mejilla.
Me dolía el pecho por verla así.

-No confio en nadie. -dijo cortante. La mirada fría volvió. -¿Sabes? Te voy a decir una cosa.

Dió un paso hacia mi. Sus ojos estaban rojos por aguantar el llanto y su mandíbula estaba tan tensa que me dió miedo. Retrocedí un paso, chocando mi espalda con su coche.

-Déjame en paz, aléjate de mi y olvídate de mi. ¿Vale? Será lo mejor para las dos. -se detuvo a centímetros de mi.

Sus palabras provocaron que mi corazón diera un vuelco. ¿Por qué se comportaba así conmigo? ¿Por qué era tan bipolar?
Mientras sus ojos me mataban con la mirada, los mios se llenaron de lágrimas.

-¿Que me olvide de ti? ¡Pero tú quien te crees que eres! -grité, la rabia consumió mi cuerpo. -Así que Noah tenía razón. Vienes a mi, me seduces y me consigues, y cuando tienes lo que quieres te largas. ¡Y encima me tratas así! ¡No soy un puto juguete Billie!

Mientras le gritaba, las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos.

-¡Soy así! ¿Qué te pensabas? ¿Qué íbamos a ser felices para siempre? Déjate de tonterias, ______, el amor no existe. Ahora lárgate. -dijo desviando sus ojos de los mios y mirando a otro lado.

Me sentía como la mierda, mi pecho dolía y sus palabras calaron profundo en mi corazón. Hace diéz minutos nos estábamos besando y ahora me dice que me olvide de ella. ¿Qué cojones?
Hice un "click" en mi cabeza, y con toda la furia que dominaba mi cuerpo, se lo dije.

-Claro, eres la típica chica a la que una zorra como Sabrina le hirió. -dije.

Cuando escuchó ese nombre, sus ojos se fijaron en los mios con furia. Di en el clavo.

-Y ahora vas tratando mal a las chicas porque una gilipollas te hizo daño. Te creía diferente, Billie. Ha sido un placer conocerte. -dicho esto, la empujé para que me dejara salir de entre ella y el coche y comencé a caminar hacia la casa.

Intentaba no llorar, no tenía porqué llorar.
No sentía nada por ella, repetía en mi cabeza.
Pero lo cierto es que sí sentía, no estaba enamorada ni mucho menos pero Billie me gustaba de verdad.
Cuando estaba por pisar el jardín, alguien cogió mi brazo y me giró.

Billie se lanzó a mis brazos y me abrazó fuerte.
Al principio me tensé, pero luego me relajé y llevé mis manos a su espalda, apretándola contra mi.
Sentía su cuerpo temblar y sus sollozos sobre mi hombro.

-Tranquila. -dije acariciando su espalda.

Se separó de mi y me miró. Su rostro estaba mojado por las lágrimas.

-Lo siento, soy una persona horrible. -dijo con la voz rota.

-Eres una bipolar de mierda, pero seguro que hay alguna razón. -le dije. Ella asintió con la cabeza.

-No quiero irme. -me dijo agachando su cabeza.

-Podemos divertirnos, aunque alla una persona que no quieras ver. -contesté acariciando su brazo.

Me miró y negó con la cabeza.

-Ven. -dijo.

Tomó mi mano y entramos al jardín lleno de gente, pero no entramos a la casa. Rodeó el jardín y abrió una puerta de madera que daba a la parte trasera de la casa.

Habían unas escaleras, las subimos mientras cogía su mano sin hacer preguntas.
Llegamos hasta una azotea, era enorme. La música se escuchaba baja y se veían las estrellas a la perfección.

Me siguió guiando hacia unos sofás y se sentó, me senté a su lado.

-Lo siento por tratarse así. -dijo agachando su cabeza y jugando con sus manos.

I should've known || Billie EilishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora