I should've known || Billie Eilish

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Narra Billie

Me desperté sintiendo todo mi cuerpo entumecido, como si acabara de correr una maratón.

Algo hacía cosquillas en mi cuello, y al girar mi vista vi una melena castaña cayendo por la almohada y las puntas rozando mi cuello y mi hombro.

______ estaba dormida boca abajo, dejando a mi vista parte de su espalda morena. Maldije a las sábanas por tapar el resto de su cuerpo, un cuerpo que fué mio durante toda la madrugada.
Sin poderlo evitar, sonreí al recordar todo lo sucedido anoche.

Me levanté con cuidado de la cama y bajé a la cocina para beber agua. Una vez me hidraté, serví agua en un vaso y subí a la habitación.
______ se había movido y ahora estaba tapada hasta la barbilla y girada hacia mi lado de la cama, con sus manos bajo su mejilla y durmiendo plácidamente.

Ella era hermosa, su manera de ser era hermosa, y aunque aún no había tenido el honor de conocerla al cién por cién, lo poco que conocía de ella me encantaba.
Es la chica de la que hubiera podido enamorarme si la hubiera conocido dos años atrás.

Dejé el vaso de agua en la mesilla y me estiré a su lado. Apoyé mi codo en la cama y me limité a observarla.
Tenía pecas rosadas alrededor de su fina nariz, y una peca pequeña, negra y redonda sobre su mejilla izquierda.
Se removió y abrazó mi cintura. Ese gesto y el gruñido que salió por su boca me hizo sonreir.

Me sentía extraña, desde Sabrina no había despertado al lado de una chica y lo peor es... que me sentía bien.
Tenía miedo, no podía negármelo, porque sabía que _____ estaba derrumbando poco a poco la coraza que construí en mi corazón, una coraza que tenía capas y capas de traición, una traición que jamás dejará de dolerme.
La imagen de Zoe y Sabrina me taladraba la cabeza por las noches, por eso iba con chicas. Ellas me hacían olvidar por una noche y cuando ya no lo conseguían, buscaba a otra.
Esta mal, lo sé, pero prefiero tener sexo a hacer el amor, prefiero estar con una chica diferente cada semana y no encariñarme con nadie, así no corría el peligro de que volvieran a traicionarme.
Pero con _____ ya había pasado una semana, esta última vez sentí que no sólo era sexo y ahora estaba durmiendo sobre mi hombro mientras su respiración me hacía cosquillas en el cuello.
Estaba perdida.

-Buenos días... -susurró de repente con voz adormilada.

-Buenos días bella durmiente. -contesté girándome hacia ella y apartando un mechón rebelde de su rostro. Ella es tan hermosa...

-Mierda... ¿qué hora es? -dijo sentándose en la cama. Se tapó rápidamente con las sábanas cuando se acordó de que estábamos desnudas.

-Tranquila, ya no tienes nada que tapar. -contesté riendo por su reacción. -Son las diéz y media. ¿Tienes prisa?

-No, la verdad. Pero no avisé a mi madre... me va a matar. -contestó rascando sus ojos.

-Ten. -le tendí el vaso de agua y me sonrió, bebiendo al instante.

Cogió su teléfono de la mesilla y escribió algo rápido, dejándolo de nuevo allí.

Ahora la que estaba nerviosa era yo. No estaba acostumbrada a amanecer con alguien y _____... estaba desnuda y me miraba fijamente.

-Tranquilízate, no nos hemos casado ni nada por el estilo. -dijo sentándose en la cama y cogiendo mi mano.

Suspiré, ella parecía leer mis pensamientos.

-Lo se, sólo que... no estoy acostumbrada. -levanté la cabeza y la miré.

Sus ojos color café me miraban con cariño.

-Me siento especial. -me dijo con una sonrisa.

-Eres especial, ya te lo dije. -contesté devolviéndole la sonrisa.

Quería besarla. ¿Por qué quería besarla a todas horas?

-Entonces... si no tienes prisa... -dije acercándome a ella.

Vi cómo se estremeció y tragó en seco cuando me senté a horcajadas sobre sus piernas.

-Billie... -susurró recorriendo mi espalda con sus manos. -Eres insaciable.

-Es tu culpa. -dije enredando mis manos en su pelo y mirándola desde arriba. -Estás demasiado buena.

Soltó una risita adorable y sexy a la vez y sus manos se detuvieron en mi trasero.

-Repito, no tengo prisa. -contestó elevando sus cejas.

Me reí por lo bajo y la besé.
Joder, ¿por qué sus labios eran tan suaves? ¿Por qué besaba tan bien?

Su lengua se enredó con la mía y sin dejar de besarla, hice que se estirara sobre la cama.

Nos fundimos de nuevo en el placer durante más de una hora, hasta que nuestros estómagos rugieron por el hambre.
______ aceptó quedarse a comer y mientras ella encargó unas pizzas y se metió en la ducha, revisé mi instagram.

Lo observé todo con los ojos como platos, leí casi todas las publicaciones que salieron a la luz y maldije a los paparazzi mil veces.

Habían fotos de _____ y yo en la fiesta, bailando, tomadas de la mano, saliendo de la fiesta, subidas en el coche, fotos en el aparcamiento de mi apartamento...
Maldita sea, ahora ella estaba por todo internet.

La vi entrar en la habitación reliada en una toalla blanca. Su pelo castaño y mojado dejaba caer gotas de agua y me miró.

-¿Has visto a un fantasma o algo? -dijo acercándose.

-Eh... saben... ahora todo internet sabe que pasa algo entre nosotras. Siento meterte en esto... -dije levantándome y posicionándome frente a ella.

Le tendí el móvil y revisó lo que yo había visto, luego me lo devolvió y sonrió.

-Vaya, ¿la nueva novia de Billie Eilish? Qué honor. -dijo soltando una risa. Reí nerviosa. -Tranquila, tú y yo sabemos lo que pasa entre nosotras e internet se puede ir a la mierda.

Caminó hasta el montón de su ropa y dejó caer la toalla al suelo, dejándome sin aliento cuando vi su cuerpo desnudo y húmedo aún.

-Además... ¿qué más da si la gente sabe que _____ Cooper ha besado a Billie? Me envidiarán todas. -dijo guiñándome un ojo.

Relamí mis labios, suspiré y me acerqué a ella, colocando mis manos en sus hombros y haciendo que retrocediera hasta que su espalda chocó con el armario.
Su mirada me indicaba que se sorprendió, y noté su respiración acelerada.

-Tendrían que envidiarme a mi, porque _____... no sabes lo sexy que puedes llegar a ser... -junté mi frente con la suya y ella cerró sus ojos, pasando su lengua por su labio inferior.

Sus manos se aferraron a mi trasero y me miró, con esa mirada de tonos marrones e incluso amarillos que provocaba que me perdiera en ella.

-Que sepas que sólo tú has conocido esa parte de mi. -dijo acercando sus labios a los mios y rozándolos suavemente. Deseaba besarla. -Tenemos veinte minutos hasta que llegue el chico de las pizzas.

No me hizo falta escuchar más.