I should've known || Billie Eilish

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Esa noche no dormí en mi apartamento.

Le pedí a Jason que me dejara en mi antigua casa, la casa de mi madre.
Ni mi jefe ni mi compañera hicieron preguntas sobre mi estado de ánimo, y les agradezco eso, porque lo único que necesitaba era el abrazo de mi madre.

-Oh, mi amor... -dijo mi madre cuando abrió la puerta.

Me acerqué a ella y apoyé mi frente sobre su hombro, me dejé envolver por sus brazos y dejé que las lágrimas brotaran de mis ojos.

-Cuando me has llamado a estas horas... supe que algo había sucedido. -dijo apretando su agarre.

Me separé de su agarre y cogió mis mejillas, secando mis lágrimas con sus pulgares.
Ella seguía siendo hermosa, la edad parecía haberse olvidado de ella.

Apenas tenía 44 años, pero hay mucha gente que a partir de los 40 la edad se les nota y mi madre... mi madre parecía estar en sus 30.

-La he visto, mamá... -dije con la voz rota. -Ella... ella...

-Sht... ven aquí. Cálmate y luego me cuentas, ¿si? -dijo cogiendo mi mano.

Me guió hasta la cocina, me senté en la mesa y me quedé mirando un punto fijo en aquella madera clara.
Mientras me preparaba una infusión, mi mente daba vueltas y vueltas.

¿Por qué acabó todo tan de repente?
¿Por qué tiramos por la borda todos esos años de felicidad y amor?

Flashback.

-Dormiré en la otra habitación. -dijo saliendo del baño de nuestro cuarto.

Vestía sólo con un camisón largo y su pelo negro goteaba.

-Billie, espera. -dije desde la cama.

Se paró en la puerta y se giró hacia mi.
Sus ojos se veían apagados y cansados.

-Quédate, no quiero dormir otra noche sin ti. -dije sentándome en la cama.

-Lo hubieras pensado mejor antes de besar a esa chica. -dijo cortante.

Bufé.

-Tú lo hiciste primero, quería vengarme. -me crucé de brazos.

-Llevo dos días intentando hacerte entender que esa chica se me tiró encima, _____. No quiero volver a discutir. -se apoyó en el marco de la puerta.

-Si, y lo entiendo. ¡Pero lo que no entiendo es porqué le seguiste! -dije alzando la voz.

-¡No lo sé, joder! -gritó, tirando la toalla que cargaba en su mano al suelo. -Esto es... esto es demasiado, han pasado tantas cosas... nos hemos besado con otra gente, discutimos casi cada día, ¡y por culpa de los putos celos y la sed de venganza lo estamos destruyendo todo!

Mis ojos se humedecieron.

-Nunca quise llegar a este punto. -dije con un hilo de voz.

-Ya no confiamos la una a la otra. -contestó. -La confianza se ha ido a la mierda des de...

-¿Des de qué?

-Desde que Lindsey apareció en tu vida y veía cómo te hacía sonreir. Comencé a tener celos y a desconfiar de ti, ¿y qué hice yo? ¡Hacer lo mismo con mi puta maquilladora!

-¡Nunca has sabido aceptar que soy actriz! -me levanté de la cama y di unos pasos, quedando a tan solo centímetros de ella.

Vi como tragó en seco, ella me intimidaba a mi, sí, pero sabía que yo también la intimidaba a ella.