BOGGS APARECE DESPUÉS DE UNOS INSTANTES Y TOMA A KATNISS de un brazo y a mí del otro, obligándonos a volver a la pista de aterrizaje. Miro al hospital justo a tiempo para ver cómo cede el resto de la estructura y dejo de luchar. Todos los heridos, parientes y los médicos del 13 ya no existen. Me volteo a Boggs y veo su perfil y aprecio la hinchazón de su rostro por la bota de Arsen y Gale al intentar detenernos. No soy experta, pero creo que su nariz está rota, a pesar de todo, suena más resignado que enfadado cuando nos habla:
— De vuelta a la pista.
Unos pasos más adelante, Katniss se queja por un dolor en su rodilla. Pronto se queja por todos los golpes anteriores que no han terminado de sanar, así que no me sorprende cuando se toca la cabeza. Arsen se acerca a nosotras para verificar mi estado, pero le detengo al saber que estoy mucho mejor que la Chica en Llamas. Boggs me suelta para tomarla entre sus brazos y trotar al aerodeslizador, como los demás, pero se detiene un poco al ver que Katniss le vomita en el chaleco antibalas. Subimos al transporte, que es un poco más pequeño que el que nos trajo, y despegamos una vez que está todo el equipo arriba.
Katniss se recuesta en el suelo, apoyando su cabeza en el regazo de Gale y yo me acerco con un paño que me extiende Cressida para limpiar su rostro que contiene cierto vomito aún, al igual que su traje, pero no parece darse cuenta al cerrar los ojos por completo. Compruebo sus signos vitales y asiento a Gale cuando puedo notar que está bien, pero inconsciente, supongo que, por las heridas, el golpe de adrenalina que ha acabado y los traumas nuevos que ha generado; sí que la dejamos descansar mientras tanto. Me apoyo en el hombro de Arsen y le sonrío como agradecimiento a lo que ha hecho por nosotras, porque podrían quitarle cualquier tipo de grado que haya conseguido.
En el hospital del 13 comprueban nuestros estados físicos y me alegra saber que sólo tengo el hombro lastimado, quizás por el golpe de Arsen al lanzarme al suelo como protección, pero nada que no pueda recuperar en un par de días, así que le tranquilizo diciendo que estoy bien, que me ha salvado la vida, pero no parece contento con ello, y se queda conmigo hasta saber sobre el estado de Katniss, quien ha sido la más golpeada de todos en el ataque. Le pido perdón a la señora Everdeen por no cuidar de su hija, pero ella me tranquiliza diciendo que no es mi culpa, pero que le avisemos cuando vayamos a combate, y me siento nuevamente en casa. Ella acaricia mi cabello y mejilla evitando llorar y diciendo que teme no volver a ver a su hija, porque ya la ha visto ir dos veces a los juegos y nadie le avisa nada. Me comprometo en avisar lo siguiente que ocurra.
— No se preocupe, estoy segura de que Katniss hará lo mismo que yo. Le avisaremos a alguien que le diga dónde estamos, dónde ella está.
— También quiero que te cuides, Selene. Ustedes dos son como pólvora y dinamita juntas. No podría saber que una ha muerto por la otra...
— Estaremos bien, señora Everdeen, yo me encargaré de siempre traer a su hija de vuelta. Viva.
El resto del día me la paso cuidando a Buttercup y tocando guitarra a solas, ya que Arsen fue llamado a una reunión y dejaron a otro guardia en su lugar, uno que jamás había visto, así que le obligo a estar fuera de mi habitación. El miedo entra en mí y creo que lo van a quitar de mi lado por desobedecer las reglas de Boggs, Plutarch y Haymitch; de nosotros es el que más puede perder, pero intento pensar en positivo y comienzo a entonar una melodía que tenía en mi cabeza hace varios días atrás.
La música se ha convertido en un tipo de terapia para mí. Una que me permite no pensar cosas negativas, ni demasiadas cosas en general; me obliga a dejar todo lo demás de lado para centrarme en dejar fluir mis emociones del momento, las buenas o malas; todo desaparece cuando toco la guitarra. En especial los recuerdos con mis padres, unos que intento no dejar ir.
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II. Libertad ━ Finnick Odair
RandomSelene Ravenscroft ha logrado que Katniss Everdeen sobreviviera de nuevo a los Juegos del Hambre, aunque no queda nada de su hogar. No están a salvo todavía. El Capitolio ha capturado a Johanna, Annie, Peeta y Kenneth. El Distrito 13 existe de verda...