MIS RECUERDOS SE REMONTAN A LOS JUEGOS anteriores, unos muy lejanos. Era la estilista del distrito 1 en mis primeros Juegos, aunque no recuerdo haberla visto nunca, sino que lo supe a través de Zaphyr tiempo después. Claramente en esos momentos no estaba tan inquietante como ahora; era más joven, con menos alteraciones, mentora de Zaphyr. Al menos, hasta que ya no fue de utilidad y no era agradable de verla después de tantas operaciones, sin embargo, sí que la vi una que otra vez en esta misma tienda por petición de mi estilista para lucir algunas cosas e intentar que volviese a tener el auge que tuvo en cierto momento.
— Plutarch me dijo que eras de confianza — añade Cressida.
Genial. No sabía que era una de las personas de Plutarch. Así que si su primer movimiento no es entregarnos al Capitolio - pensando que quizás es una buena instancia para recuperar algo de su poder -, sí que le avisará de nuestra posición a Plutarch y, por extensión, a Coin. No, la tienda de Tigris no es ideal para ocultarnos, pero es lo que tenemos por ahora. Si es que desea ayudarnos. La mujer mira al televisor que tiene en el mostrador y después nos mira a nosotros, como si intentara ubicarnos. Tiro del brazo de Finnick conmigo y quito su bufanda para que pueda observarlo mejor, aunque sigue con esa curiosidad, así que llamo a Katniss con un gesto. Ella espera mi indicación y se quita la peluca, la bufanda y se acerca a la luz de la pantalla para que ilumine su rostro.
— Zaphyr confiaba en ti. Nosotros también lo hacemos, por favor.
Tigris da un gruñido sordo, no muy diferente al que podría dar un gato. Se baja de su taburete y desaparece detrás de un estante lleno de mallas de piel. Se oye algo deslizándose, y después la mujer sale y nos hace señas para que la acompañemos. Cressida y Katniss me miran, como si preguntaran ¿estás segura?. Pero ¿qué opción tenemos? Regresar a la calle en estas condiciones nos garantiza la captura o la muerte. Aparto las pieles y veo que Tigris ha movido un panel en la base de la pared. Detrás parece haber una escalera de piedra descendiente. Me hace un gesto para que entre.
"Todo tienen sus demonios, incluso si estás completamente despierto o soñando".
Finnick me toma de la mano para avanzar, aunque también dudamos de la decisión de Tigris. No la habíamos visto en mucho tiempo, pero el nombre de Zaphyr le ha hecho eco en alguna parte de su cerebro y corazón. Él me había hablado de ella, se conocían, él hizo que yo usara algo de ella para ayudarla, Finnick había vestido algo que alguna vez diseñó. Al menos hasta que Snow decidió que ella no ayudaría más en los Juegos del Hambre, ni a los tributos, ni a nadie. Quizás era el motivo por el cual nos ayudaba también, por odio y rencor.
— ¿Te echó Snow de los Juegos? —le pregunta Katniss. Ella sólo la mira fijamente de vuelta. En algún lugar, su cola se mueve con desagrado —. Porque voy a matarlo, ¿sabes? — Su boca se extiende en lo que tomo por una sonrisa.
— Tigris es fantástica — alaga mi esposo —. Selene y yo la adoramos, ¿verdad, cariño?
— Oh, claro que sí. Snow no sabe lo que se perdió — comento. Veo lo más parecido a una sonrisa en su rostro y un leve color por el alago de Finnick. Sigue teniendo aquel efecto sobre las personas.
A medio camino de las escaleras me doy contra una cadena y tiro de ella; el escondite se ilumina con una vacilante bombilla fluorescente. Es un pequeño sótano sin puertas ni ventanas. Poco profundo y ancho. No será más que un espacio entre dos sótanos de verdad, un lugar cuya existencia pasaría desapercibida para cualquiera sin una percepción del espacio muy fina. Es frío y húmedo, y hay montones de pieles que, supongo, no han visto la luz del día desde hace años. A no ser que Tigris nos delate, no creo que nadie nos encuentre aquí. Cuando llego al suelo de hormigón, mis compañeros empiezan a bajar los escalones. El panel vuelve a ponerse en su sitio, y oigo cómo Tigris vuelve a mover el estante sobre sus ruidosas ruedas y se sienta en su taburete de nuevo. Su tienda nos ha tragado.
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II. Libertad ━ Finnick Odair
RandomSelene Ravenscroft ha logrado que Katniss Everdeen sobreviviera de nuevo a los Juegos del Hambre, aunque no queda nada de su hogar. No están a salvo todavía. El Capitolio ha capturado a Johanna, Annie, Peeta y Kenneth. El Distrito 13 existe de verda...