• • • 『 C A P I T U L O 15 』 • • •

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Finnick Odair.



MUEVO MI COMIDA EN LA BANDEJA, AUNQUE EL HAMBRE NO ES ALGO que sienta ahora mismo. La preocupación por Selene ha ido en aumento desde que se fue, porque sabía que en algún minuto tendría que volver a su distrito y poner en orden todo lo que ella creía sobre la revolución para poder convencer a los del distrito 2. Todos sabíamos que era un distrito difícil y que Katniss no podría convencerlos nunca, por ese motivo Selene era tan importante en esta jugada, porque tenía el cariño de mucha gente y a su vez, tenía muchos detractores; pero confiábamos que en las últimas semanas sus detractores hubiesen disminuido.

De pronto, un guardia va por mí a la mesa y me indica que me esperan en comando, por lo que debo dejar la comida y a la familia Everdeen y Hawthorne solos. La mirada de la madre de Katniss es una preocupación absoluta y es porque no sabe nada sobre la chica hace dos semanas y nadie le comenta sobre lo que sucede. Le pido a Prim que cuide de Annie, Johanna y Kenneth mientras yo esté en comando, lo que esperaba no fuese demasiado, y ella acepta sin problema alguno, rogándome darle información sobre su hermana si es que tuviese alguna.

En comando me encuentro con la presidenta Coin y otro grupo de rebeldes que controlan los dispositivos electrónicos para mantener las comunicaciones con los demás distritos y lo que ocurre en Panem con la guerra. Me piden tomar asiento y es cuando creo que ella hablará, pero su voz queda opacada por la transmisión de nuestros rebeldes en el distrito 2. Ella pide que comiencen a transmitirlo en todas partes, incluyendo todo el distrito 13. Katniss y Selene son las protagonistas de lo que parece ser un altercado.

— ¡Alto! — grita hacia los rebeldes. Corre hacia un hombre herido —. ¡No disparen! ¡Alto!

— ¡Alto al fuego! — grita Katniss corriendo detrás de la rubia. Selene se agacha para ayudar al hombre, pero algo no me hace sentir tranquilo. Él se arrastra para levantarse sobre sus rodillas y apunta su arma a la cabeza de mi Sirena.

Maldigo en voz alta y ruego porque ella le dispare, pero no lo hace. Levanta su metralleta como rendición y retrocede unos pasos, quedando totalmente desprotegida. Él la mira con odio absoluto, pero Selene no aparta su mirada. A Katniss le apunta otro hombre que se ha acercado con rapidez cuando vio su intento de ir por la rubia, ambas quedan sin armas para defenderse. Estoy maldiciendo por no haber ido con ella, para asegurarme de que no cometiera una estupidez como esta, pero cualquier cosa queda opacada por el miedo de que le hagan daño, que la asesinen frente a todo Panem.

— Dame una razón para no disparar, Sirena — susurra.

Porque eres valiosa, porque eres valiente, porque eres una vencedora, porque luchas por ellos, porque crees en un mundo mejor, porque quieres acabar con la tortura de todos, porque los conoces. Hay miles de razones, Sirena, dile una, la más convincente, por favor. Hazlo. Hay demasiadas razones por la que él no puede dispararte, lo sabes, por favor.

Mi cuerpo se tensa completamente al ver que no hay respuesta de su parte. Selene sigue en la misma posición y no hay respuesta que dar. Ella simplemente se está dejando a merced del hombre que está a punto de dispararle como si fuese cualquier persona, pero le está dando la oportunidad. Una que ella no está tomando y yo ruego porque lo haga.

— No puedo.

Él la mira, perplejo. Todos en Comando estamos igual que él. Tiene motivos, puede dárselos, ¿a qué está jugando?, ella podría darle razones para dejarla vivir. No ha disparado, por suerte. La cámara enfoca las reacciones de Katniss y los dos hombres que las tienen a su merced. El Sinsajo también se ve confundida, pero ninguna se mueve, nadie lo hace. Una sola bala podría desatar el caos en el distrito 2 y podríamos perder mucho más de lo que podríamos ganar.

II. Libertad ━ Finnick OdairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora