• • • 『 C A P I T U L O 8 』 • • •

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ME LEVANTO DESPUÉS DE LAS PESADILLAS, QUE TIENEN COMO protagonista a Camrose, y me enfundo en el mono gris sin vida, como yo, y sé que me pierdo el desayuno, porque me he quedado encerrada en mi habitación abrazando mis piernas hasta que Arsen me obliga a salir, no sin antes darme un abrazo de apoyo, para el almuerzo. Es cuando recién me percato de las horas que he pasado encerrada sin probar bocado, pero sigo sin sentir hambre, tengo el estómago revuelto y tengo que obligarme a tragar algunos trozos de comida mientras nos sentamos con los demás y bromeamos entre nosotros como si no hubiese nada malo; y espero que alguien mencione lo ocurrido, pero nadie, ni siquiera Gale, lo menciona. Nadie dice nada sobre Camrose y Peeta. Nadie me dice que han ejecutado a mi amiga frente a todo el mundo.

Katniss me avisa que tenemos entrenamiento, lo que significa cazar. Esperamos a Gale, pero él tiene programado trabajar con Beetee, lo que me llama la atención, pero lo ignoro al ofrecer que saquemos a Finnick con nosotras, argumentando que le hará bien; ambas sabemos que el motivo del porqué tenemos que estar solos, sin nadie que nos vigile. Terminan por aceptar, siempre y cuando llevemos el comunicador con nosotros, y espero poder llevar a Arsen, pero lo retienen para ir a la reunión, así que terminamos los tres juntos en el bosque.

Vagamos un rato y tiramos los comunicadores bajo un arbusto, caminamos un poco más.

― No he escuchado ni una sola palabra al respecto. ¿Nadie te ha dicho algo? ― pregunta Finnick a Katniss. Niega con la cabeza. Él hace una pausa antes de preguntar ―. ¿Ni siquiera Gale?

― Quizás está tratando de encontrar el momento para decírtelo en privado ― le ánimo al ver que no hay una respuesta.

― Quizá ― dice.

― Arsen cree que los han obligado a no decir nada ― aseguro ―. Incluso creo que por eso lo han llamado a reunión. Él no tenía nada programado y sólo lo llamaron. Creo que es por lo mismo.

― ¿Cómo te hiciste tan cercana a Arsen?

Katniss alza una ceja en mi dirección. ― Yo me he estado preguntando lo mismo. De un día para otro, tú y él... bastantes cercanos, ¿cómo?

― No es como los otros soldados, eso es todo ― acaricio la pulsera de mi muñeca. Katniss la observa curiosa.

― Ajá. ¿Y eso? ― toma mi muñeca, mostrando la pulsera. Finnick frunce el ceño de inmediato ―. No lo tenías los primeros días que llegamos aquí.

― Me lo ha dado Arsen por mi cumpleaños hace un par de días ― me encojo de hombros.

― ¿Estuviste de cumpleaños y no me lo dijiste?

― No es relevante. Ni siquiera me gustan los cumpleaños, y estamos concentrados en otra cosa ahora mismo. Sólo fue... un lindo acto de su parte. Es mi guardia, debe saber cosas de mí, ¿no?

Katniss me sonríe de lado. ― Claro, lo que digas, Sirena.

― Estoy un tiempo en el hospital y ya me han reemplazado ― se queja Finnick, con cierto humor, pero me ha quitado la mirada.

Reemplazado. Esa palabra resuena en mi cabeza, al igual que sus dichos por Kenneth contra Arsen. No lo ha dicho con esa intención, claro está, quiere volver a ser el mismo de antes, pero no se puede, no debemos.

― Vaya, Sirena, ¿estás rompiendo corazones aquí también?

― Oh, cállate, no es cierto ― le reclamo entre risas a Katniss ―. Sabes que mi interés lo tienes tú, Chica en Llamas.

II. Libertad ━ Finnick OdairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora