• • • 『 C A P I T U L O 18 』 • • •

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LOS SIGUIENTES DÍAS HAN IDO DE BIEN A MEJOR, A EXCEPCIÓN del día en el que los doctores me ofrecieron un tratamiento más rápido para recuperarme de mis fracturas y terminé con veinte inyecciones en el sector, pero ha servido. Se siente completamente recuperado, pero hay momentos en los que no me fío del todo y terminó por poner todo el peso en el hombro derecho, pero sé que es momentáneo y pronto sentiré a ambos igual de estables que antes del accidente, al menos eso dicen todos los doctores que me han visitado por órdenes de Coin y Plutarch.

Finnick y yo nos mantenemos cerca del otro todo el tiempo y nos dan bastante tiempo a solas, sin horarios ni grabaciones, como alguna especie de luna de miel, pero ambos lo consideramos como descanso más que luna de miel, y aun así entrenamos por indicación médica para mi recuperación. Además, en algún momento tendremos que volver a la batalla y ninguno quiere estar en mala condición física.

Sé del grupo que irá al Capitolio. Gale y Arsen lo habían confirmado para mí, también me contaron que Katniss no está en el plan y que se ha enfadado a más no poder, al igual que Johanna y Kenneth, y están entrenando como soldados para poder ir al Capitolio con los demás. A diferencia suya, Finnick y yo contamos con la aprobación médica y hemos entrenado con los soldados en algunos momentos; nos han dado la opción de ir si queremos acabar con la luna de miel, pero eso no se lo he contado a mis dos amigas, por supuesto, quiero vivir más así, que prefiero mantener el silencio, al igual que Finnick.

A la hora del almuerzo nos sentamos todos juntos, como siempre, veo a Johanna, Katniss y Kenneth estar exhaustos de entrenamiento, pero al ver la guarnición de carne que llegó del distrito 10, su rostro cambia y los veo sonreír aliviados de ver comida de verdad en sus platos. Arsen me ha comentado de su entrenamiento y cómo han ido avanzando, así que trato de no sentir ningún tipo de emoción que los haga enfadarse, porque adoloridos ya están.

— Los primeros envíos de comida llegaron esta mañana — Explica Sae la Grasienta a Katniss —. Es ternera de verdad, del distrito 10, no uno de sus perros salvajes.

— No recuerdo que te quejaras antes — responde Gale.

Se unen a nuestro grupo en el que está Delly, Annie, Arsen, Finnick y yo. Todos estamos realmente amando las nuevas raciones de comida, incluso se nota el cambio en el comedor. Kenneth comienza a hablar sobre una vez que intentamos cocinar y terminé por quemar todo lo que había en el horno por no saber usarlo y yo me defiendo entre risas, pero me alegra saber que ambos estamos en buenos términos después de todo, aunque no hablamos demasiado como antes.

Annie suele quedarse callada y mirar a un punto fijo, pero con algunas palabras de Finnick termina por volver y sonreír como siempre, pero evitando mirar a los ojos a cualquiera. Mi risa es incontrolable cuando Finnick relata cómo una tortuga marina se llevaba su sombrero, pero todo rastro de alegría se esfuma cuando Katniss ve a Peeta detrás del asiento vacío al lado de Johanna. Todos esperamos reacción.

— ¡Peeta! — dice Delly, una amiga cercana de Peeta que he conocido aquí. Muy dulce y nunca tiene nada malo que decir de las personas, es adorable. De hecho, es la fiel defensora de Katniss cuando lo visita en sus terapias y se pone en mal humor —. Es tan agradable verte fuera... y alrededor.

Dos guardias grandes están detrás de él. Sostiene la bandeja con torpeza, en equilibrio sobre la punta de sus dedos, sus muñecas están esposadas con una cadena corta entre ellas. Luce un poco contrariado a mi perspectiva, pero no hago malas caras, porque no es su culpa nada de lo que ocurre en esta mesa y mucho menos la reacción de Katniss. De hecho, pensaba que debíamos actuar mejor para ayudarlo, no era una idea que Katniss pudiese manejar.

II. Libertad ━ Finnick OdairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora