• • • 『 C A P I T U L O 20』 • • •

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UN AERODESLIZADOR NOS LLEVA, PRECISAMENTE, AL DISTRITO 12, donde han montado una zona de transporte improvisada fuera de la zona de fuego. Esta vez no hay trenes de lujo, sino un vagón de mercancías lleno a rebosar de soldados vestidos con sus uniformes gris oscuro, dormidos con la cabeza encima del petate. Al cabo de un par de días de viaje desembarcamos dentro de uno de los túneles de montaña que llevan al Capitolio y hacemos a pie las seis horas que nos quedan para llegar, procurando pisar sólo sobre la línea pintada de verde brillante que marca el camino seguro al exterior.

Salimos del campamento rebelde, un área de diez manzanas junto a la estación de tren. Está repleto de soldados. Al pelotón 451 se le asigna un lugar en el que montar las tiendas. Esta zona se aseguró hace más de una semana; los rebeldes echaron a los agentes y perdieron cientos de vidas en el proceso. Las fuerzas del Capitolio retrocedieron y se han reagrupado en el interior de la ciudad. Entre nosotros están las calles llenas de trampas, vacías y tendadoras. Habrá que limpiar de vainas cada una de ellas antes de avanzar. Mitchell pregunta por los bombardeos de aerodeslizadores (nos sentimos muy expuestos en campo abierto), pero Boggs responde que no es problema, que la a mayor parte de la flota aérea del Capitolio se destruyó en el 2 o durante la invasión. Si les quedan aviones, los están reservando, seguramente para que Snow y su círculo interno puedan huir en el último momento a algún búnker presidencial escondido.

Esta guerra se luchará en las calles y, si hay suerte, las infraestructuras sufrirán pocos daños y perderemos pocas vidas. Los rebeldes quieren el Capitolio, igual que el Capitolio quería el 13. Tres días más tarde, casi todo el Escuadrón 451 corre peligro de desertar por aburrimiento. Cressida y su equipo nos graban disparando y nos dicen que formamos parte del equipo de desinformación. Si los rebeldes sólo disparan a los dispositivos de Plutarch, le tomará cerca de dos minutos al Capitolio darse cuenta de que tenemos el holograma en nuestro poder. Así que pasamos mucho tiempo destrozando cosas que no importan para despistarlos. Mayormente, nos dedicamos a añadir más a las pilas de vidrios multicolores que han explotado en los edificios.

De vez en cuando, parece que los servicios de un tirador real son necesitados. doce manos se levantan, pero Katniss, Kenneth, Gale, Finnick y yo nunca salimos escogidos. Incluso a Arsen le permiten ir, al ser un soldado de Coin y ser relativamente más confiable que el resto de nosotros. Yo creo que es porque intentan mantenerlo lejos de mí y mis problemas. No soy la única que lo sospecha, pero nadie dice nada en voz alta para los otros soldados.

— Es culpa tuya por ser tan fotogénico — le dice Katniss a Gale. Si las miradas mataran...

No creo que ellos sepan muy bien qué hacer con nosotros, particularmente con Katniss. Mientras exteriormente expreso mi descontento respecto a nuestra falta de participación real, estoy ocupada con nuestro plan con Katniss, esperando que mi esposo no pueda notarlo. Cada uno de nosotros tiene un mapa de papel del Capitolio. La ciudad forma un cuadrado casi perfecto, y unas líneas dividen el mapa en cuadrados más pequeños con letras arriba y números abajo, formando una cuadrícula. Lo absorbemos todo, y tomamos nota de cada cruce y callejón, aunque más bien con fines terapéuticos, porque los comandantes están trabajando con el programa de Plutarch.

Cada uno tiene un artefacto manual llamado Holo, que produce imágenes como la que vi en el Comando. Ellos pueden hacer zoom en cualquier área de la cuadricula, y ver qué dispositivos nos esperan en ellos. El Holo es una unidad independiente, realmente es un mapa glorificado, dado que estos no pueden enviar ni recibir señales. Sin embargo, es mucho mejor que neustras versiones de papel. Un Holo es activado por la voz específica de él o la comandante, diciendo su nombre. Una vez funcionando, responde a las otras voces en el escuadrón, para que, si digamos, Boggs fuera asesinado o severamente incapacitado, alguien pueda hacerse cargo. Si alguien en el escuadrón repite tres veces seguidas la palabra nightlock, el Holo explota, arrasando con todo lo que esté en un radio de cinco metros. Es por motivos de seguridad en caso de captura; se entiende que cualquiera de nosotros lo haría sin vacilar.

II. Libertad ━ Finnick OdairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora