• • • 『 C A P I T U L O 24 』 • • •

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KENNETH, MI KENNETH, ACABA DE ROMPER mi corazón de todas las formas posibles. Ya no estará conmigo, ya no lo veré más; cuando vuelva al distrito 2, ¿qué voy a tener ahí? Sólo dolorosos recuerdos de mi familia y de Kenneth, no habrá nada más, no tendré un hogar, no tendré nada. Ya no tengo nada. Todo en la vida lo he tenido gracias a él; me levanté de ese pozo de amargura porque él estaba conmigo y me apoyó, quise luchar porque lo tenía a mi lado y no quería que lo lastimaran; me casé con el amor de mi vida porque él me permitió aquello; estoy viva porque él se sacrificó, y no una ni dos veces, sino varias. Él prefirió morir para darme una oportunidad, que sobrevivir y estar sin mí.

La revolución terminó por quitarme lo que me quedaba de casa y amenaza con arrebatarme todo lo demás que he conseguido con los años. Había estado de acuerdo en todo esto porque el odio que poseía por dentro no podía ser apagado con nada, sin embargo, me había cambiado totalmente. No era la misma persona que Kenneth presentó en el Quarter Quell: decidida, fuerte, indestructible y peligrosa. Sólo quedó una joven acabada, triste, afligida, con remordimientos y una herida psicológica enorme. Él me había dejado, había decidido sacrificarse a sí mismo y yo se lo había permitido cuando me juré no hacerlo, no perderlo.

Ya no estaba.


"— Tienes que levantarte y seguir.

Es fácil decirlo. Lo he perdido todo, Kenneth — sollozo —. Perdí a mi familia y no hice nada para evitarlo. No me queda ninguna razón por la que debería seguir adelante.

Aún te quedo yo... y no me voy a ir, Selene, te lo juro. No me voy a ir.

¿Y cómo me levanto?

Poco a poco. Te ayudaré con eso. Nos tenemos el uno al otro, ahora y siempre, cariño".


— No podemos detenernos aquí.


"— ¿Estás segura de no querer decirle la verdad?

Ya es suficientemente malo estar en mis zapatos, él no lo soportaría.

Quizás un apoyo extra no estaría mal, Selene.

Te tengo a ti, eso es todo lo que necesito, D'Amico".


— Selene, ¿me escuchas?

— ¿Está respirando?

"La cuestión delicada, es que ayer éramos sólo unos niños, jugando a ser soldados. Sólo pretendiendo. Soñando sueños con finales felices"

— ¡Tiene demasiada sangre!

— ¿Dónde la han dañado?

— Dios. Es demasiada sangre.


"— ¡¿Qué ha pasado?!

Nada... lo siento... sólo tuve una pesadilla — murmuro —. Lamento despertarte. No suelo gritar demasiado.

No tienes que disculparte, Selene — respira hondo y relaja sus hombros —. Estoy aquí para lo que necesites, aunque sea algo pequeño e insignificante. Estoy aquí.

¿Cómo haces que las pesadillas desaparezcan?

Él niega. — No lo hago. Pero cuando despierto asustado, sólo me recuerdo que ya no estoy en los Juegos del Hambre y que sobreviví. Es un nuevo día y nada puede hacerme daño.

II. Libertad ━ Finnick OdairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora