Prologo

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Las estrellas eran el manto que cubría en su totalidad el cielo nocturno sobre aquel bosque, una manada de osos rondaba entre la bruma de el bosque lleno de pinos, el aire que se respiraba era de el inicio de el oroño,  más el ambiente era algo húmedo.
     Dos pequeños osos corrían junto a su madre, los tres se habían separado de la manada ase unos metros, más con el paso de el rato, uno de aquellas brillantes criaturas se transformó en un pequeño niño, de por lo menos tres años, de un suabe cabello castaño por donde sobresalían unas pequeñas orejitas de oso, este poseía  grandes ojos verdes con pequeños toques dorados los cuales daban una vista angelical que no muchos seres tenían en posesión.

El niño jugaba y se revolteaba entre la tierra seca de el suelo junto al otro osesno con divercion,por su lado la osa camino hacia un riachuelo cercano dejando a los pequeños solos.
El sonido de  la cuerda de un arco tensarce hiso a la osa ponerse alerta, movió sus orejas en busca de otro ruido intranquila, y en busca de alejarse de el peligro sin ser vista, corrió en dirección al oscuro bosque seguida de el osesno.
                 El pequeño niño se quedó quieto pues no había visto a su madre correr, más los rugidos de la osa lo asustaron, este se transformó en oso nuevamente, intento correr para encontrar a la osa, más está había desaparecido entre la bruma de el espeso bosque,  sin más el osesno cambio su cuerpo nuevamente con lentitud, luego comenzó a llorar, con sus manitas cubriendo sus ojitos e hipeando con suabidad. Un hombre entre los arbustos le miraba con atencion, este, enternecido por su llanto, se acercó a él, a lo cual el niño, al escuchar los pasos de él hombre se alarmó y volteo en su dirección, más al ver sus ojos, tan profundos como la noche, pero a la ves cálidos, el niño bajo inmediatamente la guardia, tenía la misma sensación que tenía alguien realmente importante para el.
                     El hombre se acercó al pequeño y con su mano acaricio lebemente su cabeza con instinto paternal y le sonrió, el niño se puso de pie. Con algo más de confianza sujeto la mano de el hombre con su pequeña manita... Porque el niño no entendía nada, el solo podía aferrarse al sentimiento de el no querer estar solo.

El hombre cogio en brazos al niño y con cuidado de no asustarlo lo cargo en su espalda.
            
||más tarde||

El hombre ya llevaba fuera de su hogar ya un par de días, pues la estabilidad económica de su pequeña familia dependía de ello, por que aunque fuera un gran cazador, el esperaba que su hijo fuera algo mejor a que aspirar.
             El hombre al ver a la lejanía al pequeño pueblo donde vivía, una pequeña sonrisa se formó en su rostro... Este caminó con más velocidad, pues su esposa y su pequeño niño de cinco años lo esperaban en su hogar.

El hombre entró por la puerta, y entre los muebles de la sala, una pequeña aura de felicidad arrasó con su mirada...

Su pequeño pedazo de cielo estaba corriendo con felicidad hacia el. Un alegre niño de cabello negro y de ojos violáceos con un brillo angelical se lanso a abrasarle, más al ver que el hombre llevaba a un pequeño polison en su espalda este se detuvo.

- papá, quien es el....?-
- es un niño... -
- ay papá eso ya lo se... - dijo el niño algo divertido. - pero quiero saber quien es... -
-pues... No lo se... - dijo el hombre mientras bajaba al niño y lo dejaba dormido en un sillón.
-entonces el es huerfano? - dijo el peli negro mientras se acercaba a apreciar mejor al puqueño niño.-tiene un cara muy... Que es eso? - dijo mientras apuntaba a los dos pequeños bultos en la cabeza de el castaño.
-esas... Son sus orejas... - dijo el hombre sonriendo.
     El niño miró sorprendido al castaño y con delicadeza acercó su mano a la cabeza de él castaño, con la intención de tocar sus orejas... Y al acer contacto con ellas, un pequeño movimiento de el castaño lo asusto, el hombre rió ante la inocencia del pequeño.

-papá, ¿el será mi nuevo hermano?- era una curiosidad que sólo un niño podía poseer.
-no hijo, no podemos cuidar de alguien más, el tiene una condición algo especial... -
-entonces, ¿dónde se quedara? - dijo el niño con una carta preocupada.
-lo dejaremos con los monjes, ellos podrán cuidarlo... - el hombre coloco su mano sobre la mata oscura de él pequeño con suavidad, y le sonrió.
-y... ¿vamos a poder visitarlo? - el niño tenía cierto brillo en sus ojos que no pudo ignorar.
-eso es seguro Samuel... Eso es seguro... - el hombre camino hacia la cocina y con cuidado  saco un plato y se dirigió a las alacenas, tomó un frasco de galletas de avena y las coloco en el plato. Este se dirigió a una habitación y al abrir la puerta se encontró con su mujer recostada con un libro biejo en manos. - Alva, cariño... - la mujer inmediatamente al ver al hombre se levantó de un salto de la cama y corrió a abrazarlo.
-Marco... Cariño, sabes cuan preocupada me encontraba, la vecina me dijo que era época de osos y lobos en el bosque, temía por tu vida... - la mujer beso a su esposo fugazmente y lo miró para después  acariciar su rostro por la mejilla y el inicio de su barba.
- Alva... Encontré un niño cambia formas en el bosque  - la voz de el hombre salió seria y preocupada, esta lo miró con curiosidad, el hombre tomó la mano de la mujer llevándola directo a la sala, y está se sorprendió al ver al pequeño niño tirado en el sofá, junto a su pequeño hijo peli negro, el cual mira va con atención el rostro de él más pequeño.

- lo llevaré al templo... - el hombre miró a su mujer para de despues mirarle con preocupación.
-pero es tan pequeño, Marco, no estoy segura de que los monjes lo cuiden como es devido, ellos son demaciado severos, tal ves incluso lo castiguen si ase algo mal, yo pienso que debes reconciderarlo.-dijo la mujer con claro instinto protector, el castaño se veía tan pequeño y tan frágil, que el instinto de madre le avía salido sin pensar.
-Alva, es peligroso, y el solo hecho de pensarlo me ase reconsiderar el averlo traído, ademas pienso que  los monjes sabrán que hacer, ellos han sido los maestros de la escuela durante años, ellos sabrán que hacer... - el hombre acaricio la cabeza de su mujer y la beso.

||más tarde en otro lugar||

- y... Usted en cerio lo encontró? - preguntó un hombre algo viejo que poseía una túnica blanca con un cinturón atado a una delgada tela roja que cubría gran parte de sus piernas.
-si, estaba en medio de el bosque junto a un riachuelo... -  explicó el hombre pelinegro, con seriedad.
- es  un cambia formas, Marco, este es un tema algo grave, si el pierde un día el control podrá matar a todo el pueblo si se lo propone... - el monje decía con preocupación y seriedad mientras miraba al pequeño castaño jugar con un aprendís de el templo, pensaba en lo peor que podría pasar, eso no lo podía evitar.
-por eso lo he traído con usted, sabía que ustedes podrían hacer que lo fuera que tuviera el niño fuera controlado, se que pueden - el hombre habló desesperado, no sabía por qué hacía aquello, pues no tenía por qué, pero algo en aquel niño le hacía no querer dejarle solo, algo que miraba en aquellos ojos verdes apiñolados que no le dejaba abandonar al niño.

- está bien, Marco, pero como condición, deberas traer un pedazo de la pierna de un conejo cada primer día de el mes, o no podremos hacer nada... - el peli negro miró al monje con curiosidad, más no preguntó nada...

- está bien... -

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HOLA!!!! 1 SOY JAVI  ESTO Y ESCRIBIENDO ESTO PORQUE YA NO LO  AGUANTAVA,... DIOS ME DESESPERE

BUENO ACLARACIONES

VEGETTA / SAMUEL SERÁ EL ACTIVO

RUBIUS/ RUBÉN SERÁ EL PASIVO

ABRA MÁS  PAREJAS O LO QUE SEA

Pero como esta es una historia rebegetta ps si buscaron una historia luzu play esta en el lugar equivocado y espero que no den comentarios critican tes ofensivos, más si ven faltas de ortografía les pido que me corrijan :/

BAJO TU MIRADA //rubegetta//CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora