XXIX

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|||NARRADOR|||

El viento nocturno soplaba despacio haciendo una relajante melodía compartida con el crujir de las ramas y el aullar de los lobos.

Cerca de la orilla de un río se encontraban cinco hombres misteriosos ocultos entre la bruma de la oscuridad de forma sigilosa, observando un gran campamento iluminado por una docena de antorchas al rededor y una enorme hoguera en el centro. Los hombres miraban con persimonia a los pocos guardias que se mantenían vigilando.

- joven príncipe... ¿Que haremos? ¿Usted cree que ya ayan traído al sucesor? - habló el más joven de los hombres tras los arbustos.

- no seas ignorante, de haberlo traído ya se abrían ido, aún debe estar en el pueblucho ese... -

- mi señor... ¿Quiere que vayamos al pueblo a inspeccionar?... - preguntó el mayor de los sinco hombres.

- si... Y en todo caso que encuentren al susesor traigan lo, pero si encuentran al traidor... Matenlo... -

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|||MIGUEL ANGEL|||

Estaba recostado boca arriba en mi cama junto a lolito, el cual se encontraba dormido desde hace una hora en la cual estuvo balbuceando vaya a saber que cosa.  Todo el tema y la tensión que había susedido durante todas estos  días de tensión y bruma disfrazada de estrés, me tenían cansado. 
                     Rubén había sido mi principal ocupación durante días, le cambié y limpie sus heridas el día que llegó, estuve dándole las medicinas y los alimentos líquidos cada día, tarde y noche, me quede despierto mientras esperaba a que se durmiera durante días.
                En ese transcurso de tiempo pude notar el aura enfermiza que tenían Samuel y ese tal Fargan, era la extraña sensación que sentía cuando estaba seca de alguna animal peligroso o cerca de alguno de los hombres que habían atacado la paz del pueblo durante la mañana.

Lo cual me hacía pensar inmediatamente en la apariencia de Samuel, era escalofriante el como sus manos se habían vuelto de aquel negro tan profundo y como sus ojos estaban casi totalmente de un morado casi azul.

Entonces me di cuenta...

"el tiene la culpa"

Me levante velozmente de mi cama exaltando a lolito, el me miró extrañado al ver que salía del cuarto en dirección al pasillo.

"el le había hecho escapar"

Sentí como lolito me seguía unos pasos tras de mi intentando preguntarme que me pasaba, lo cual obviamente ignoraba.

"el le había hecho aquellas horribles marcas rojas"

Mire a lo lejos la puerta de la habitación de Rubén, aquella decorada con flores que algunos niños habían recojido para darle a Rubén.

"y lo peor de todo fue, que ese maldito estaba en la misma habitación que el"

Entre dando un portazo, sorprendiendo a las cuatro personas dentro. Poco me importo que dentro de esta estuvieran Auron y el Superior. Me acerque veloz mente a Samuel...

Solo para golpear fuerte mente su mejilla...

Quise dar golpe tras golpe, pero lolito me tomó de los brazos para alejarme.

-¡MALDITO SAMUEL, TU TUVISTE LA CULPA DE TODO, LAS MARCAS ROJAS, SU DESAPARICIÓN, DE QUE ES TUBIERA TIRADO EN SU CAMA DURANTE DÍAS! ¡RUBÉN NO SEAS CIEGO ESE MONSTRUO TE MATARÁ SI NO TE ALEJAS DE EL! - tarde fue el momento en que me di cuenta que Samuel me miraba con ojos acesinos, aunque tampoco tuve la oportunidad de reaccionar a su mirada, pues una fuerte bofetada del Superior volteo mi rostro al otro extremo de la habitación. Lágrimas salieron de mis ojos empapando mis mejillas, me solté de los brazos de lolito y salí corriendo hasta el árbol de las plegarias.

- conque tu también lo crees una amenaza... - escuche la voz de Fargan desde una de las ramas más gruesas de el arbol.

- está prohibido subir al árbol de las plegarias... - conteste mientras secaba mis lágrimas con mi mano -¿que haces aquí?... -

Vi como de un salto bajaba de la rama hasta el suelo, de manera casi perfecta, lo cual me sorprendió.

- perdón, pero como ya sabrás, no puedo separarme de Río en ningún momento... - dijo como si fuera lo más común de la historia.

- si, note como lo protejes "entre las sombras" - dije sarcástico mientras hacía comillas con mis manos.

- escucha, se que te sonará mal, pero tengo que llevarme a Río de aquí... Estará más seguro con su madre y su gente que con todos ustedes crellentes de lo falso... - dijo mientras me miraba de forma despectiva.

Otra cosa de la que me había dado cuenta de el, era que no creía en los Dioses, aunque según tenía entendido, los cambia formas no  eran tan crellentes como nosotros.

- mira, estas en mi pueblo, no te permito que hables hasi de mi y mi gente... Aparte, no te lo puedes llevar, el no estará seguro con un montón de bárbaros como lo son ustedes los cambia formas - me miro ofendido y enojado.

- mira, solo tengo un par de días hasta que los clanes enemigos se den cuenta de que ya encontramos a Río, no pienso arriesgarme a perderlo por ti un niño con caracter de señor y por demonio protector como lo es Samuel... - mis ojos se abrieron sorprendidos.

- ¿demonio protector? - dije confundido mientras el me miraba con burla.

- si señor, eso es lo que es, así que hace unos minutos metiste la pata hasta el fondo... - estuve apunto de contestar cuando escuche la tranquila voz de lolito hacercarse.

- Fargan, Rubén te llama... - dijo de forma calmada.

- ¿como sabe que esta aquí? - pregunte con curiosidad y molestia.

- es intuición de manada... - contestó Fargan mientras caminaba junto a lolito en dirección al cuarto de Rubén.

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|||SAMUEL|||

Cuando me pidieron que dejara solos a Rubén y a Fargan, mi estomago se revolvió, pero solo una leve seña de Rubén hiso que me tranquilizarla y saliera en busca de la habitación de Alex, el cual se había quedado en el templo durante todos estos días.

Camine alrededor de el templo y entre los pasillos, durante ese transcurso pude ver a Mangel sentado en una de las raíces sobresalientes del gran árbol de el patio. Toque mi mejilla con cuidado, el golpe si que me había dolido... Aun recuerdo la voz que había soñado en mi cabeza después de aquello.

"quiere separarnos... ¡MÁTALO! "

Sacudí mi cabeza, tratando de borrar aquel recuerdo y volví a lo que hacía.

Pasaron unos minutos cuando pude divisar a lo lejos la pequeña figura de Alex al fondo de uno de los pasillos.

- hola Alex.. - dije lo suficientemente alto para que solo el me escuchara, me acerque a él y el solo dio un paso hacia atrás.

- ¿no me harás nada, verdad? - pregunto con voz temerosa.

- no, ¿porque habría de hacerlo? - hable confundido mientras le miraba.

- no se, dabas mucho miedo en la mañana amigo... - contestó burlon pero sin dejar su tono tembloroso.

- lo ciento... Pero no soy muy consciente de lo que pasó durante la mañana... - mentí con la intención de tranquilizarlo. - quisiera hablar con una voz amiga, ¿puedes? - continúe.

- claro, vamos a mi cuarto...

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Listo, yo ya he cumplido con mi parte así que ustedes cumplan con la suya... Comenten, compartan y dejen su estrellita al final de esta nota.....

Sin más que decir

SALE BAYYYYYYYYYYYYYY

BAJO TU MIRADA //rubegetta//CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora