XV

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|||NARRADOR|||

"- oye... ¿Sabes por qué las aves emigran? -
- para ocultarse de el frío... -
-no... -
-y según tu ¿por que lo hacen? -
- para poder llegar a los Dioses... -"

Un castaño de hermosos ojos azules se encontraba recostado sobre su cama, con leves lágrimas bajando por sus mejillas. Aquel recuerdo se había convertido en un sueño, el cual tenía frecuentemente desde hace un año y medio.
                    - Luzu... - se escucho la anciana voz de un hombre al otro lado de la puerta de  su habitación. El castaño se puso de pie y comenzó a caminar a paso tranquilo hacia la puerta mientras secaba sus mejillas, al abrirla se encontró con un anciano cubierto en ollin y tierra, el cual al ver al más joven sonrió.
                     - me alegra que estés despierto... Tenemos que andar al granero, hay muchas familias que necesitan de nuestra ayuda en los pequeños pueblos de los alrededores y el rey mandó a decir que necesita más pieles para la próxima semana... - el castaño rodó los ojos, "otro día de mi vida" pensó el castaño.
                     - ¿alguna señal de Auron? - preguntó el castaño con tristeza, eso se había vuelto una constante desde que su más fiel compañero se fue de el pueblo. El anciano negó, este se había dado cuenta de lo mucho que el castaño había cambiado desde que cierto pelinegro de ojos rojos se había marchado, pues toda aquella luz que antes desprendida, era fácilmente opacada por su triste y autoproclamada obligación.
            
El castaño abanzo sin animos, pero con la suficiente energía para hacer sus responsabilidades como alcalde de un pueblo, el cual apezar de sus cortos veintitrés años, se había ganado el respeto y apoyo de muchos de los habitantes de aquel pueblo que manejaba.

Durante ya unos cuatro años el chico tenía el mando de aquel pueblo, y según muchos en aquel hermoso lugar, el chico tenía madera incluso para ser el próximo monarca de todo el mapa, y era poco decir que eso lo tenía en la mira de muchos de los clanes de el mapa, pero al igual que una amenaza, parecía ser un gran apoyo a los comercios de el mapa, ya que era de los pueblos que más aportaban a los tratos económicos con la familia real.

Al estar en la entrada de su casa, la mirada de él castaño se centro en un punto fijo en el bosque desde lo alto de la loma donde se encontraba gran parte de él pueblo, pudo ver una figura humana y tambaleante, seguramente un viajero cansado buscando repozo.
Más conforme el iba bajando de la loma y la persona se hiba acercando, su vista se hacía cada ves más clara, el castaño estaba dispuesto a ayudar a aquel viajero, más al tener clara la vista de aquella figura en la lejania, sus ojos no tardaron en aguarce, comenzó a correr lo más rápido que sus piernas le permitían...

" cabello negro"

El castaño sentía que se le hiba el alma.

"piel blanca quemada por el sol"

Sus piernas flaquean un poco, pero poco le importaba.

" ojos rojos como la sangre"

Su sonrisa se estaba ampliando mientras extendía sus brazos.

"una pequeña sicatris sobre el mentón"

El castaño se acercó dispuesto a abrazar aquella figura, más el cuerpo débil de un cansado pelinegro callo sobre sus brazos, el castaño entró en pánico y llamó en ayuda. 

Una ves lo tubieron dentro de la habitación de invitados de la casa de el castaño, este se relajo levemente.

Ahora que miraba mejor a él pelinegro, este tenía unas enormes ojeras bajo sus ojos, sus labios estaban agrietados y su piel estaba algo pálida, signos de no haber comido ni dormido en varios días. El castaño comenzó a pasar su mano por la mata negra de el chico que yacía inconciente sobre la cama, este no podía creer que el pelinegro estuviera frente a sus ojos, mucho menos que en ese momento estuviera tocando lo que según el era el cabello más suabe de todo el mundo.

BAJO TU MIRADA //rubegetta//CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora