06 ✓

1.5K 204 14
                                    

El fugaz pensamiento de ser feliz capturó mi mente los siguientes días

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El fugaz pensamiento de ser feliz capturó mi mente los siguientes días. Atrapada en cuatro paredes, pero con la disposición de poder saltar por la ventana.

No pude llorar, ni gritar, mucho menos implorar por mi libertad, pues, un cristal incrustado en mi pecho me impedía hacerlo. El mismo que hacía que cientos de recuerdos revolotearan por mi cabeza.

Así que permanecí inmóvil, un poco más muerta por dentro. Rechazando comida por la duda de si estaba envenenada, negándome a salir para cumplir sus espectativas de mujer. Pero, de entre esos siete días, hubo minutos en los que hasta el más pequeño vello en mi cuerpo se crispó.

Al principio fue complicado aceptar su cercanía, escuchar su ronca voz, asimilar que compartíamos el aire. No conté las veces en que rechacé con asco tu tacto.

Las decenas de veces donde hacía preguntas y guardé silencio.

No siempre fuimos una leyenda, existió una época en la que fuimos líderes, reyes, la raza dominante y nada parecía poder cambiarlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No siempre fuimos una leyenda, existió una época en la que fuimos líderes, reyes, la raza dominante y nada parecía poder cambiarlo. Las manadas más grandes mudaron a los extensos bosques del mundo, empezando a abarcar un mayor territorio, épocas de gloria y prosperidad.

Pero los años pasaron, y con ellos grandes cambios en en el orden de mandato, perjudicando a cada licantropo. El ser humano no solo creció en cifras, también en expandir su mente, ideando por debajo del agua como reclamar lo que creían suyo. Así comenzó una guerra que creíamos ganada desde el principio, fuimos confiados y sin temor, llevándonos la sorpresa más desdichada. Ellos no solo tenían un mejor dominio y organización de su gente, también, contaban con nuevas armas .

Cansados de su esclavitud atacaron sin piedad, fue justo.

Fue llamando "El siglo de los ausentes", grandes reinos cayeron al querer utilizar la fuerza y no la poca diplomacia que existía en esa época.

El tiempo pasó, dejando atrás la verdad más cruel y sanguinaria de la historia, perdiendo importancia, eliminando hasta el último punto de nuestra historia. Fue así como nos volvimos una leyenda, adecuada para hacer reír a los niños y aburrir a los adultos.

Revenge In RedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora