Con las manos temblorosas sujeto el celular, ejerciendo más fuerza para que no caiga de mis manos. Mis nervios aumentan al primer timbre, implorando porque no me mande al buzón. Solo quiero decirle que volveremos a vernos, que lo amo nadie más.
Segundo timbre y las piernas me hormiguean, un nudo aparece en mi garganta, doliendo cada que trato de pasar saliva. Tercer timbre y descuelga, entrando la llamada.
-Bueno-su voz cansada es un punta pie directo. Recordando que era así como estuvo meses con la perdida de mi madre.
Tomo una gran bocanada de aire, ignorando al tatuado que me observa desde su escritorio, cuidando que no haga una estupidez.
-Papá.
Y la línea queda en silencio, desesperante y cruel silencio. Muerdo mi labio inferior.
-¿Lucy?-pregunta dudoso, como si no pudiera creerlo-¿Pequeña eres tú?
-Papá soy yo-aseguro con un hilo de voz, tragando un sollozo-, no tengo mucho tiempo-elevo la mirada a Elijah, totalmente inexpresivo-, pero estoy bien.
-Lucy mi amor, dime dónde estas-pide alterado-, tienes que decirme algo
-Papá estoy bien.
Elijah señala el reloj en su muñeca.
-Si hay alguien contigo dame una señal-escucho pasos en la otra línea, casi corriendo de un lado a otro
-Sí, estoy comiendo bien, no puedo decirte más. Cuida a mi hámster-trato de reír, pero solo me sale un sollozo atropellado.
Yo odio a los hámsters.
-Voy a encontrarte Lucy, aunque sea lo último que haga-promete sin temblar. El hombre frente a mi se pone de pie, dando por concluido mi tiempo
-Te amo papá.
-Y yo a ti mi pequeña
Dejo escapar un suspiro al ver como aparta de entre mis manos el celular Elijah, colgando la llamada y guardando el mencionado en su bolsillo. Seguido de eso, lleva su mano hasta mi mejilla, limpiando una lágrima que no sentí escapar.
Llamar a mi padre no era mi intención, pero después de que me dijera que sería vigilada y estaría usando un número privado mis esperanzas para llamar a Carter se fueron por un caño.
Con la mandíbula apretada de un manotazo aparto su mano, mostrando con la mirada lo mucho que me desagrada. No es justo, no lo es. Lame sus labios, asintiendo a la vez. Si algo sé de ellos, es lo mucho que los hiere el rechazo de su Soulmate.
Sin decir nada vuelve a su escritorio, sacándose su abrigo para subir sus codos. Con un movimiento me pide que me siente, sin malas caras o una gran sonrisa, solo... Inexpresivo, como si algo más rondase su cabeza. Obedezco al poco tiempo, cruzando mis piernas, imaginando su próximo movimiento.
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Revenge In Red
WerewolfSe contaban leyendas de seres que habitaban los bosques de todo el mundo, bestias con un lado salvaje y otro humano. Olvidados por el tiempo solo pocos conocían de su existencia, temiendo de ellos más que a cualquier otra cosa. Decían que destrozaba...