Vivir en Londres no es tan fácil, apenas llevar un año y medio aquí, se siente diferente y raro, no en un mal sentido. Sino que apenas se sobre este lugar.
La ciudad de Londres, tan triste y brumosa en invierno, tiene también sus días de esplendor...
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Viernes / 20:49 pm
Espero el metro mientras veo la gente apurada pasar, hoy hicimos una reunión en la agencia para que esté listo todo para el evento. Me avisaron que seré parte y que podré modelar, lo mejor de todo es que vendrá Evan y podremos divertirnos como siempre solemos hacer.
El metro para en frente de mi y yo me levanto para adentrarme a él. Puedo decir que estoy muy ansioso, necesito ver a Chloe, ya que ayer no pude tomar el Metro, por que estuve todo el día acomodando las cosas del apartamento.
Cuando ya estoy adentro recorro todo el espacio y mis ojos recaen en la chica que mira su celular, en el mismo lugar de siempre. Lleva sus audífonos del teléfono puestos y su cabeza esta gacha.
Me dirijo hasta allí y me siento a su lado, ella no se da cuenta de mi presencia, pero yo decido quitar uno de sus audífonos y veo como salta en su lugar mientras toma su pecho con una mano asustada.
—Idiota, me asustaste—golpea mi hombro y rio.
Que bien se siente no estar separados.
—¿Todo bien?—preguntó sonriendo. Ella asiente, pero se que algo le pasa. Lo noto en su cara—No estas bien—niega confirmándolo.
Nunca la vi triste y débil. Se que es una chica dura, nunca muestra lo contrario. Y eso me gusta de ella.
—Quiero dejar la carrera, lo más rápido posible—la entiendo, estudia algo que realmente no quiere, y todo por culpa de sus padres.
—Yo te ayudo—se le iluminan los ojos por un momento, pero luego cambian para seguir estando oscuros y sin ganas.
—No puedes, yo tampoco puedo—guarda el celular que tenia en las manos en el bolsillo de su chaqueta azul—Recibí un mensaje de que vendrán a visitarme.
—¿Y que tiene?
—Que no me van a entender y no me van a escuchar, como siempre—bufa.
—Se lo puedo decir yo si quieres, pero se que tú puedes.
—Si puedo y me encantaría decírselo, pero después de esto harán que vuelva a Canadá o quizá me dejen tirada aquí, sin nada—Se le escapa una lágrima pero no deja que la vea, dando vuelta su cara y mirando hacia el otro lado del vagón del metro—Y tampoco podré conseguir trabajo si no tengo ningún título ni nada, como para ganar lo suficiente y poder pagar el alquiler y alimentarme.
Tomo su hombro y con la otra mano su cara, la doy vuelta y hago que me mire.
—Yo dejare que vivas en mi departamento y te daré comida si es lo que hace falta—se le escapa una pequeña sonrisa y no puedo más.
La traigo hacía mis brazos y la envuelvo.
—¿Compraste un departamento?—limpia su mejilla luego de separarse.