Vivir en Londres no es tan fácil, apenas llevar un año y medio aquí, se siente diferente y raro, no en un mal sentido. Sino que apenas se sobre este lugar.
La ciudad de Londres, tan triste y brumosa en invierno, tiene también sus días de esplendor...
Como saben le he empezado a ter manía a los videos de mis historias, este es un corto video introductorio del capitulo extra, mostrando algunas escenas de el. Me gustaría que lo vieran ya que es bastante cortito. Y espero que les guste ________________________________
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Después de esa terrible noche en la que al final de todo Chloe y Hero fueron perdonados mutuamente, llegaron a casa a las horas de la madrugada y durmieron hasta el medio día.
—Perdóname—La despertó él cuando dejaba una bandeja con comida sobre la cama.
—Tu perdóname a mi—Dijo ella, rodeándolo con los brazos y llevándolo a la cama.
A la tarde se juntaron con sus amigos en el parque y conversaron todos juntos. Tampoco olvido el mensaje de Mia en medio de la Reunión.
"Lo siento Chloe, no debí hacerle eso a una amiga. Me arrepiento mucho y espero a que me perdones"
Por su puesto que ni respondió el mensaje, no iba a perdonarle esto, ella debió ser quien pensara acerca de ello y no dejar que el novio de una amiga la besara.
Suena estúpido pero ¿Quién haría eso?, una mala amiga.
—¿Qué te pasa?—Susurro Hero en su oreja al notarla rara.
—Nada, es Mía—Sin notarlo Chloe ya estaba decayendo.
—¿A si? ¿Qué decía?
—Que la perdonara
—Ah.
—No quiero hacerlo, a si que no te esfuerces en corregirme—Lo miro.
—No, está bien—Beso él su coronilla—Igual es tu amiga, o lo era. ¿No te preocupa eso?
A ella le encantaba que fuera así de tierno y tranquilo. Cuando hablaba de cualquier tema serio, se lo tomaba bien, y le salía perfectamente. Cuando quería aprestar atención, escuchaba atentamente y entendía todo. Se preocupaba por las personas y les hacía saber que él estaba para todos, para cada uno de sus amigos y familia para siempre. Y eso era increíble. Para Chloe le prestaba toda la atención del mundo, le encantaba hacerla sentir bien y escuchar su hermosa voz. La ayudaba y le daba todos sus consejos, aunque algunas veces se sentía mal con él mismo por no poder ayudarla y se encaprichaba toda la tarde pensando en cómo alegrar a su pequeña chica. Para él, ella lo era todo.
Era su mundo.
—No lo se, Creo que nunca sentí que fuera muy amiga mía. Era más amiga de los chicos de todas formas. Aunque me da miedo que mi grupo de amigos reduzca demasiado y que me quede sola—Río nerviosa—Por que siento que yo soy el problema.