Vivir en Londres no es tan fácil, apenas llevar un año y medio aquí, se siente diferente y raro, no en un mal sentido. Sino que apenas se sobre este lugar.
La ciudad de Londres, tan triste y brumosa en invierno, tiene también sus días de esplendor...
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Sus labios estaban desesperados y desenfrenados por lo que tuve que calmarlos.
Como si se supiera el camino de memoria, empezó a dar pasos y a subir escalones conmigo entre sus brazos, hasta que mis piernas chocaron con lo que pensé que era el borde de mi cama, siguió moviendo sus labios contra los míos de una manera adictiva y delicadamente me tumbó con él encima sin llegar a aplastarme.El calor que su cuerpo irradiaba choco contra mi piel y yo solo quería fundirme en ese calor.
Cerró sus ojos y echó aire por la nariz lentamente. Su frente choco con la mía suavemente y su mano se deslizó hasta mi cuello trazando pequeñas caricias, nunca sentí tantas cosas al mismo tiempo.
Con su frente pegada a la mía, cerré los ojos apretándolos y noté como su cara se escondió entre mi cuello y comenzó a repartir besos.Los escalofríos empezaron a ser eminentemente.Era uno de mis puntos débiles.
—¿Puedo quedarme?—preguntó repentinamente. Nunca pensé que preguntaría eso.
—¿Quieres quedarte?—Su cabeza asintió Todavía en mi cuello.
Se sentía tan bien su cabeza metida en mi cuello que nos quedamos así durante un largo tiempo mientras yo le acariciaba el pelo, hasta que por un momento me preocupé de que no pueda respirar y lo tome con ambas manos para poder córrelo, su cara fue de confusión cuando conectó sus ojos con los míos.
—Lo siento, pensé que no podías respirar—él asomó su sonrisa y rió ante mi voz que se notaba un poco desesperada y preocupada.
Lucía patética preocupándome por alguien que no sea mi misma o algunos de mis amigos.
Dejó de reírse y se acomodó sobre la cama boca arriba y me arrastro consigo.Apoye mi cabeza sobre su pecho y podía escuchar los latidos que provocaba su corazón, eran rápidos y constantes.Solo de saber que esas pulsaciones las había provocado yo, me volvió loca, y puede comprobar que no era la única a la que se le revolucionaba el corazón cuando estaba cerca de él.
Por un momento deje de preocuparme por todo y aleje mis problemas lejos....,cuando por fin puede conciliar el sueño escuchando sus latidos y sintiendo el calor eminente que irradiaba todo su cuerpo.
Hero
Mis ojos no podían apartarse de la chica que dormía sobre mi, se veía tan pacifica y tranquila que tenía miedo de moverme y despertarla.
Era tan hermosa.Tan tierna. Y tan inocente, dormida.
Algunas veces pienso en la mala suerte que tuvo al encontrarse conmigo en ese estupido Metro.Comienzo a pensar que hubiera pasado totalmente de ella, déjela atrás tal y como había hecho veces atrás con otras chicas que me llamaban la atención....Pero no podía, había algo en ella que me atrapaba, era una chica distinta, una chica distinta a la que ella dejaba ver.