El Mayarah (SuperCorp)

Capítulo 9

Kira se encontraba sentada en una de las sillas de la DEO mientras observaba en silencio como Brainy se movía de un lado a otro entre los ordenadores. Kara estaba en CatCo trabajando y Lena le había dado el día libre ya que ella había estado varios días experimentando con la kryptonita, así que pensó que podía pasar su día libre en el DEO por si podía ayudar en algo.

–¿No tienes nada qué hacer? –preguntó Alex acercándose a Kira con varios informes en sus manos.

–Lena me ha dado el día libre. –Alex asintió en comprensión y dirigió la mirada a los reportes. –¿No está la ciudad demasiado tranquila?

–Sí, últimamente no han habido ataques, ni siquiera contra Lena. –explicó Alex dejando el montón de documentos en la mesa cercana a Kira. –Eso es extraño, no debemos bajar la guardia.

–¿Te apetece un combate? –preguntó Kira con una sonrisa. –Hace tiempo que no entreno con alguien y no quiero perder la forma.

–Espero que estés lista para perder. –Alex sonrió divertida.

–Ya veremos, Alexandra.

Dejaron a Brainy con sus problemas informáticos y se fueron a la sala de entrenamiento donde Alex la activó para que Kira no tuviera sus poderes. Ella simplemente esperó a Alex en el centro de la sala con los brazos cruzados y con una sonrisa maliciosa.

–Te aviso de que no soy Kara. He pasado dieciocho años entrenando con varios estilos de lucha, así que no seré tan fácil para derribar como mi hermana. –Kira sonrió con arrogancia.

–Lo tendré en cuenta.

Ambas se pusieron en posición para pelear con una sonrisa en sus rostros, Kira fue la primera en dar el golpe, el cual esquivó Alex con dificultad. Kira se movía a una velocidad inhumana pese a que no tenía los poderes.

Alex la intentó golpear con su puño derecho mientras que con el izquierdo intentó cogerla por el pantalón, Kira esquivó el golpe con agilidad y sujetó el brazo de la pelirroja contra la espalda de esta, haciendo que Alex cayera de rodillas.

–¿Cómo te mueves así? –preguntó mientras cogía la mano que Kira le había ofrecido para ayudarla a levantarse.

–Pasé dieciocho años entrenando, y allí no tenía poderes, así que es el fruto de mi entrenamiento.

–Me alegra tener una buena adversaria, Kara no para de quejarse cuando le gano y se enfada cuando no consigue lo que quiere.

–En la lucha como en la vida, a veces se gana y otras se pierde. Hay que ver donde hemos fallado y seguir intentándolo hasta que podamos vencer nuestra propia debilidad.

–Admito que me gusta como piensas, Kira. –Alex sonrió abrazando a la rubia.

–Gracias. Nuestro peor enemigo somos nosotros mismos.

Salieron de la sala de entrenamiento y se refrescaron un poco antes de salir a la sala principal donde Brainy los esperaba algo más tranquilo. Kira recibió un mensaje de Kara diciéndole que fuera a CatCo para almorzar con ella. Se despidió de Alex y Brainy para marcharse hacia la empresa donde Kara estaba trabajando.

Cuando entró se encontró con el ascensor y a su derecha con las escaleras, nunca había tomado un ascensor por lo que se quedó mirando qué botón había que pulsar. Un chico de tez morena y pelo negro la sacó de sus pensamientos al hablarle.

–¿Qué has dicho?

–Preguntaba si necesitas ayuda, llevas varios minutos mirando el botón.

–Digamos que no sé como usar un ascensor, de donde vengo no habían.

–Es bastante fácil, tienes suerte, yo voy al quinto piso.