Todos creen que Kara junto con su primo fueron los únicos supervivientes de Krypton, pero no es así. Hay una persona que sobrevivió a la explosión del planeta porque en ese momento no se encontraba en el.
Ahora que sabe que Kara está en el planeta l...
El día había llegado, todo estaba listo para que Doomsday llegase y los nervios no tardaron en aparecer. El DEO había conseguido hacer que la presidenta evacuara toda la ciudad y llevase a sus ciudadanos a las ciudades cercanas como Star City, Central City o Gotham; con la promesa de regresar tan pronto como acabaran con Doomsday.
En las afueras de la ciudad habían construido una nave industrial que en realidad era un gran portal que llevaría a Doomsday a la Zona Fantasma, pero para poder llevarlo hasta allí deberían luchar y atraerlo sin que lo notase.
Supergirl junto con los demás héroes, tanto del presente como del futuro, estaban en el centro de la ciudad que es donde Doomsday aparecería. Y una de las señales fue que el cielo comenzó a tornarse rojo y un extraño viento comenzó a soplar, era frío e hizo que a Supergirl le diera malas vibraciones.
–¿Estáis seguros de que queréis luchar? –preguntó Kara de nuevo, viendo a su hija.
–Tu yo del futuro luchó por protegernos, es nuestro momento de devolverte el favor, madre. –respondió Lori, vistiendo con un traje parecido al de su madre.
El traje de Lori consistía en un pantalón negro con botas rojas, una especie de camiseta azul con una franja en color azul oscuro y luego una capa roja, y en el pecho tenía el símbolo de la casa de El. Además tenía unos guantes negros que le llegaban hasta las muñecas; su pelo negro caía suelto por sus hombros y su mirada estaba llena de determinación.
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–Sí, además Doomsday nos debe una pelea. –comentó Jonathan posicionándose al lado de Lori.
Jonathan llevaba unos pantalones negros con franjas azules, una camiseta azul oscuro con el símbolo de EL en el pecho y una chaqueta negra con unos guantes que le llegaban hasta los codos. Él miró a sus primas y a sus amigos para luego sonreír confiado, esta era su familia, y debía protegerla a toda costa.
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–Tengo ganas de darle unas buenas hostias al homúnculo este. –sonrió Leonor viendo a su madre con una sonrisa. Kira la miró orgullosa y puso una de sus manos en el hombro de la adolescente para darle ánimos.
Leonor vestía con unos pantalones azules con unas botas negras hasta las rodillas, luego una camiseta de manga larga azul y una camiseta de manga corta de color negro con el símbolo de El en el pecho, luego llevaba como una tela roja atada a la cintura y su capa atada en la camisa y ondeando detrás de ella.
