Capítulo 11

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Kira lo estuvo pensando durante varias semanas hasta que decidió decírselo a Lena, tal vez no se lo tomaría bien pero era algo que debía hacer. No podía beneficiarse más de la amabilidad de Lena, ella ya la había acogido en su casa durante tres meses y sentía que era hora de que ella comenzara a vivir por su cuenta.

Caminó con decisión por la empresa hasta llegar al despacho donde Jess le comentó que Lena estaba libre y podía entrar. Kira se encontró con Lena mirando varios documentos que habían esparcidos por su escritorio, la rubia carraspeó un poco para llamar la atención de la pelinegra, cosa que consiguió.

–Kira, ¿ocurre algo? ¿Necesitas que baje al laboratorio? –preguntó Lena levantándose y acercándose a la rubia.

–No es nada de eso, solo quería comentarte algo que he decidido. –Kira sonrió intentando que la noticia sonara suave.

–¿Y qué es? –preguntó Lena con una sonrisa y cruzándose de brazos.

–He decidido vivir por mi cuenta, ya cuento con varios ahorros y creo que puedo alquilar un piso. Así no estarías tan pendiente de mí y podrías volver a como estabas antes de cuando yo llegué.

La sonrisa de Lena se borró y estuvo durante varios minutos sin saber qué decir, miró a Kira y regresó a sentarse en su cómoda silla de cuero negro. Kira no sabía que hacer o decir, por una parte Lena parecía enfadada pero no quería hacerla estallar.

–¿Te quieres ir? ¿Me vas a dejar sola?

–No es lo que he dicho. No quiero aprovecharme de ti, has hecho mucho por mí y pensé que tal vez esto sería lo mejor.

–Claro, lo mejor para ti, ¿no? –respondió Lena de malhumor. –Está bien, haz lo que quieras. Si has terminado será mejor que te vayas.

–Pero, Lena... –Kira no pudo terminar la frase.

–Déjame sola, Kira.

Kira miró con tristeza a Lena antes de salir del despacho, se marchó de la empresa ya que no tenía ganas de seguir con el proyecto en el que estaba trabajando con Lena, tal vez no debería irse y seguir viviendo con Lena, aunque no entendía porqué Lena no quería que ella se fuera a vivir a otro sitio. Es decir, se seguirían viendo y sería todo como antes, solo que no vivirían en la misma casa. A Kira eso no le parecía tan malo pero al parecer para Lena sí lo era.

–¿En qué piensas? –le preguntó una voz conocida.

Kira había caminado sin rumbo hasta que llegó al parque, allí se sentó en un banco y se quedó con la mirada perdida hasta ese momento. Giró la cabeza para ver quien le había hablado y se encontró con William, él sonrió y se sentó a su lado, Kira solo pudo bufar cansada y dirigió su mirada hacia el frente.

–No es nada.

–Tu ceño fruncido me indica lo contrario. Vamos, dímelo, tal vez pueda ayudar.

–Solo una pelea con una amiga, vivo con ella pero pienso que tal vez ya va siendo hora de vivir por mi cuenta pero ella no quiere por alguna razón. Es algo complicado.

–A mí también me pasó lo mismo con un amigo. –comentó William con media sonrisa. –Al final cada uno decidió ir por su camino y no nos hemos vuelto a ver. Creo que sería mejor si lo hablaras con tu amiga, tal vez debas saber qué es lo que siente para poder entender su razón.

–Lo sé, lo haré cuando se calme. Puede dar miedo cuando está enfadada.

–¿Quieres acompañarme a un sitio? Tengo que hacer unas fotos para mi redacción y puede que así te sientas mejor.

–Pero solo por un rato.

–No puedo prometer que solo sea un rato. –William sonrió viendo a Kira.

El Mayarah (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora