Fama o hermandad (Itasasu) (Editando)

Capítulo 12: Enfrentamientos y verdades.

Capítulo 12: Enfrentamientos y verdades.

El humo de la explosión se había esparcido hasta casi llegar a ellos, se escuchaban muchos disparos a la distancia mezclada con la lluvia que golpeaba el techo de chapa, cantidades de delgadas líneas de láser rojos se movían y distorsionaban en la nube de polvo. Una voz distorsionada que hablaba con un megáfono.

Danzō miraba hacia aquella dirección con perplejidad, como si no esperara que esto sucediera. Se volteó furioso y miró a Sasuke con ira, como si él tuviera la culpa. Sasuke no sabía qué estaba pasando, pero sospechaba que los buenos eran los del láser rojo al ver el nerviosismo de Danzō.

Los hombres de Danzō se habían ocultado detrás de los containers y las cajas, con las armas ya cargadas a la espera de disparar. El humo hacía imposible ver qué sucedía del otro lado y en cuanto este llegara a ellos sería imposible ver nada.

Sasuke temía que el humo fuera mortífero, y por otro lado, que abrieran fuego abierto estando sus amigos y él en el medio. Naruto intentaba arrastrarse en vano, mientras que Shikamaru se había quedado petrificado mirando la escena. Neji seguía acostado, como si durmiera profundamente.

Desvió bruscamente la mirada de su amigo asesinado, sabiendo que debía ayudar a Naruto y Shikamaru para que no les sucediera nada. Con las manos temblorosas comenzó a desatarse el firme nudo que tenía en los pies, diciéndose mentalmente que debía mantener la calma para quitarse la cuerda que parecía una serpiente enroscada.

Dos hombres entraron por una puerta que, si Sasuke no la hubiera visto abrirse, habría pensado que era una pared de chapa.

—¡Señor, son muchos...! ¡Han llegado por el East River, en barcos y camionetas, casi nos rodean! —dijo uno de esos hombres con el arma en mano. Danzō sostenía la suya hacia abajo, tieso—. ¡Tenemos que irnos ya mismo, el vehículo está listo!

—¡Aún no llegaron del otro lado de la fábrica porque se toparon con los demás, pero afuera es una masacre! —comentó el otro—. ¡Si nos abordan nos mataran, al parecer tienen permitido disparar!

Cuando Sasuke terminó de desatarse, se levantó de un salto, sintiendo sus piernas adormecidas por no moverlas y estirarlas por mucho tiempo. Al caminar hacia Naruto se tambaleó y tuvo suerte de hacerlo, porque vio venir la patada que Danzō le iba dar y lo esquivó.

—¡Bien, nos vamos! —dijo Danzō alzando la pistola hacia Sasuke—. Nos llevamos al Uchiha y a sus amigos. Dejen el cuerpo muerto del otro, así los demás se distraen.

La cólera inundó a Sasuke, como una marea ardiente recorriéndole las venas. Sin siquiera pensar en lo que hacía, se le acercó con furia y le golpeó en la cara, y él se echó hacia atrás sorprendido.

—Veo que tienes una mano dura —gruñó Danzō acariciando su mejilla enrojecida, con la otra apuntaba a Sasuke—. ¿Deseas que mate a otro de tus amigos?

Sasuke lo miró rabioso, con la misma intensidad que Danzō le devolvía.

—¡Ayuda, por favor! —gritó Sasuke sin pensar, tal vez no eran exactamente amigos los que se adentraban en el humo, pero tenía la esperanza que así fuera—. ¡Danzō Shimura tiene un arma!

La mano de Danzō. que sostenía la pistola, pasó hacia Naruto que seguía en el suelo y con ojos desmesurados. Sasuke no lo pensó y se lanzó hacia adelante, protegiendo a su amigo. No iba a dejar que alguien más muriera por su culpa.

Danzō apretó los dientes, pero no disparó a Sasuke, cosa que al muchacho le pareció extraña, y aún más cuando Danzō guardó su pistola dentro de su traje.