Fama o hermandad (Itasasu) (Editando)

Capítulo 23: Aprendiendo a perdonar.

Bueno, volví. ¿Como están?

Luego de escribir, reescribir, borrar... volver casi de cero... y bla, bla, bla... pude terminar el capítulo!!!!

La verdad es que me costó mucho, más que nada porque andaba con exámenes. Solo me queda uno, que es mañana(? y libre soooy(? seré un elfo libre hasta diciembre, que es cuando entro a finales.

Les dejo el capítulo, espero que les guste.

Por cierto, es bastante largo el capítulo, recién me di cuenta... sorry jaja

Capítulo 23: Aprendiendo a perdonar.

Había pasado un mes desde que llegaron a Dubái y durante ese tiempo se habían movilizado para crear el plan en el cual Fugaku sería derrocado. Solo había un problema. Sasuke estaba descontrolado.

Madara había tenido razón y Shisui no, Sasuke no pudo soportar la noticia que Izumi había ayudado en el asesinato de su madre, y por eso mismo era que a veces, a escondidas, bebía alcohol hasta embriagarse completamente; se escapaba a mitad de la noche de la mansión a caminar por las calles, como si en verdad no hubiera aprendido nada sobre lo que le podía pasar a él o a las demás personas por su estúpido comportamiento. Estaba siendo un desconsiderado, un caprichoso y Sasuke lo sabía, pero no podía controlarse.

Por eso mismo, para dejar de maquinar en su cabeza, hoy en la madrugada había salido nuevamente a hurtadillas de la mansión para vagabundear por el vecindario de millonarios; mansiones tan extensas y altas que parecían interminables. Llevaba en su mano una botella de licor que había robado del bar de los Senju; esta estaba a la mitad del líquido y Sasuke caminaba con sus piernas abiertas, como si fuera un vaquero, totalmente ebrio.

Por las noches, como en la mañana, el calor casi se extinguía y la brisa fresca rondaba por todo Dubái. Las calles estaban perfectamente cuidadas, que eran imposibles de comparar con Rusia, en esa ciudad helada. Todo aquí era lujoso y en ese mes, Sasuke había aprendido que a las personas de ahí les encantaba el dorado y más si era oro en kilates.

Y aunque había salido a pasear, para despejarse, su cabeza no paraba de pensar. Orochimaru y Madara habían estado, y aun lo estaba, furiosos con él. ¿Y cómo no estarlo? Había incumplido todo lo que había prometido. Era como si Sasuke quisiera autodestruirse en la miseria, en el pasado, en su lista de venganza en la cual ahora estaba Izumi.

En ese mes se había dejado parte de mechones más largo en su frente, para tapar su ojo ciego, por lo que la mitad de su rostro estaba cubierto con espeso pelo negro. Le era muy difícil dejarlo cerrado todo el tiempo y no le agradaba que la gente lo mirara con rareza, por eso mismo le era más fácil usar su pelo de tapadera y no tener que estar usando lentes de sol o... un parche negro para que pareciera un pirata.

Un automóvil, que andaba a velocidad baja, lanzó un bocinazo hacia Sasuke cuando él se interpuso en la carretera vacía y oscura, haciendo que Sasuke se sobresaltara y se le cayera la botella a la acera, haciéndose añicos.

Sasuke miró con pena el licor desparramado por el suelo con vidrio astillado, y luego le lanzó una mirada asesina al automóvil lujoso con vidrios polarizados y los faroles de un blanco intenso que lo hacían entrecerrar los ojos; y en un arranque de ira, golpeó con su puño derecho el capot, dejando una marca desagradable, como si una piedra lo hubiera hundido. Cuatro hombres, incluido el chofer, se bajaron casi al instante, seguido de un hombre vestido de telas blancas, que parecía colérico bajo las luces de la calle, mostrando sombras oscuras en su rostro por la tela cubierta en su cabeza.