Capítulo 18: Casamiento y hermandad

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Bueno, me ultra inspire y lo puse rápido(? 

¿Como están? 

Espero que les guste


Capítulo 18: Casamiento y hermandad.


La semana que le siguió fue desastrosa, horrible y no solo por extrañar horrores a Itachi: Fugaku sí había hecho realidad, en parte, su amenaza. Había demandado a la compañía de Sarutobi por hacer documentos falsos, alegando que Sasuke aún era menor de edad y que Fugaku nunca había aceptado un contrato así. La demanda era abusiva, pedía cantidad obscena de dinero que Sarutobi no podía pagar. Sasuke se preguntó cómo se había enterado del contrato, aunque tuvo que admitir que Fugaku era bastante inteligente y astuto.

Por eso mismo, Sasuke, junto con Orochimaru, habían tenido que ir a la oficina de Hiruzen Sarutobi. El viejo estaba furioso y Sasuke no estaba de humor ni con ganas para soportar sus quejas. Si quería demandarlo a él, hacer que pague el dinero (que en verdad no tenía) que Fugaku reclamaba a la empresa Sarutobi por hacer las cosas ilegales, le daba igual. Si tenía que ir preso estaría bien, tal vez así mantendría su mente ocupada para no recordar a Itachi. Claro que eso nunca se lo dijo a Orochimaru, quien seguramente empezaría una charla seria con él.

No era como si hubiera superado a su hermano, todos los días lo lloraba, no dormía bien y mucho menos comía. Su único alivio era que Orochimaru estaba a su lado, cuidándolo.

Sarutobi se paseó por la oficina como un león enjaulado, mirando con desprecio a Sasuke y Orochimaru, como si quisiera devorarlos ahí mismo, pero la jaula invisible no se lo permitía. Dos abogados estaban sentados en el sofá, con varios papeles en mano y hablando entre ellos, intentando encontrar una solución a la demanda de Fugaku, que podía causar una quiebra en la empresa si no encontraban la solución.

Lo único malo para Sasuke era que por culpa de Fugaku (en parte también de Sasuke) la banda Konoha se disolvería y todo a tres días del gran concierto; el cual claramente no se haría. No era que le importara, pero sí que sus amigos (menos Gaara, le daba igual él) se perjudicaran por eso, en especial porque todos le tenían mucho aprecio a la banda que habían creado años atrás; en este año había crecido mucho y habían faltado muy pocos días para que ellos se hicieran famosos internacionalmente.

Era como si Fugaku hubiera esperado tres días antes del gran concierto para desatar el caos. Era muy propio de Fugaku, pensó Sasuke con irritación. Al hombre que una vez llamó padre, le gustaba hacer sufrir a las personas, jugar con sus deseos, y especialmente demostrar que él era más fuerte, importante e intimidatorio que los demás. Le gustaba aplastarlos.

—Itachi Uchiha ha firmado como tutor en el contrato, podemos apelar a eso —volvió a decir el abogado, como si esa fuera la única solución. Escuchar el nombre de su hermano le provocaba un nuevo agujero en el estómago—. Orochimaru también ha firmado, pero el pez gordo es Itachi Uchiha.

—Sí, pero lo que demanda Fugaku no es que su primogénito haya firmado un contrato a sus espaldas —habló el segundo abogado, bajando papeles en la mesita que tenía enfrente—. Técnicamente es mayor de edad y puede hacer lo que quiera. El problema es que nosotros no consultamos con el verdadero tutor del chico. Fugaku reclama eso, no quién firmo por él. Nos culpa a nosotros. Tiene en todo su derecho...

—¡Me importa una mierda si tiene o no razón! —chilló Sarutobi golpeando con fuerza la pared haciendo que un cuadro cayera y se hiciera añicos el cristal. Sasuke se sobresaltó, pero Orochimaru lo miró impasible, como si hubiera esperado esa reacción—. ¡Quiero que encuentren algo para que esa demanda quede nula!

Fama o hermandad (Itasasu) (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora