Mi cabeza va a explotar de tanto que intenté detallar. Siento que me faltaron muchas cosas, muchas expresiones y demás..., pero bueno... espero que les guste.
Capítulo 24: El reencuentro.
En menos de lo que imaginaba Sasuke, Itachi junto con Fugaku entrarían por la puerta de la sala de reuniones, convencidos de haber hecho un gran negocio. Desde hacía una semana atrás, se preguntaba qué le dirían cuando lo vieran, qué gestos tendrían, y más que nada... pensaba en Itachi. Porque le daba igual cómo se sintiera su padre, aunque le producía cierta diversión pensar en el rostro que pondrían al ver a Shisui —quien estaba sentado en la primera silla de la larga mesa de cristal oscuro—, al encontrarse con él y enterarse que Sasuke era un empresario y... que era el dueño de la empresa.
Y aunque estuviera con los nervios de acero, más en su estómago que parecían hacer un baile infinitamente molesto, aparentaba estar tranquilo. Pensaba en todo lo que le había enseñado Tobirama sobre los negocios, cómo moverse, hablar, pensar y especialmente, mantener la apariencia. Eso era lo fundamental. Debía de dominarse, de tener el control en su cuerpo.
Muy diferente de Orochimaru, quien entraba en la sala de reuniones con café, volvía a salir para buscar más, hablaba con la secretaria de Sasuke y nuevamente iba por más café. A Orochimaru sí se le notaban los nervios, pero más que nada porque estaba preocupado por Sasuke, quien también lo sabía porque se lo había dicho un día antes. Orochimaru creía que Sasuke no podía manejar una situación así, donde estaría frente al hombre que le destruyó la vida y, su ser amado que lo había abandonado y destruido el corazón. Pero Sasuke ya no era ese muchacho; había estado entrenando mentalmente para esto, y le había asegurado a Orochimaru que sí podía hacerlo. Aun así, Orochimaru, intentando contenerse de los nervios, se movía para todos lados, haciendo que Sasuke se crispara al verlo, como si el hombre tuviera hormigas por el cuerpo, por no decir otro lugar.
—¿Puedes sentarte? En nada llegarán y quiero que todo esté en orden —pidió Sasuke viendo como Orochimaru volvía a entrar con café y le daba una taza humeante a Shisui—. Y que ni se te ocurra ir por café cuando estén aquí, para eso tenemos a la secretaria y las meseras.
—Volveré en un momento, quiero ir al baño. —dijo Orochimaru, volviendo a irse, Sasuke resopló y pasó su mano por el puente de la nariz, exasperado.
Miró por un momento la sala de juntas, intentando encontrar tranquilidad en el amueblado lujoso y armónico; una mesa muy larga de cristal negro decoraba la mitad de la sala y unas veinte sillas de cuero se alineaban a su alrededor. Había un televisor plano incrustado contra la pared, y un sofisticado sofá de cuero con su respectiva mesita de café al final de la sala, la cual Orochimaru había llenado de tazas de café.
Sasuke alargó la cara, en estos momentos Orochimaru parecía darle más problemas que soluciones.
—Shisui, llama a limpieza y diles que entren a limpiar la porquería que hizo Orochimaru —masculló Sasuke—. En cuanto venga con más café lo echaré de aquí.
—Relájate Sasuke, todo saldrá bien. —le dijo Shisui con amabilidad—. Solo debes ser tú mismo, la persona que durante estos últimos meses ha hecho más que maravillas.
Sasuke asintió levemente, mirando la pared donde se exhibía un tablero de autoridades. Sasuke encabezaba la lista con su nombre y apellido, seguido de los títulos de presidente y director general de la compañía. Debía pensar como un presidente, como alguien culto. Tuvo la necesidad de llamar a Tobirama para que pudiera tranquilizarlo, pero ya no había tiempo, y ya había hablado unas horas atrás con él asegurándole que estaba bien.
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Fama o hermandad (Itasasu) (Editando)
RomanceSasuke Uchiha es cantante y modelo, vive tranquilamente en Estados Unidos, pero la llegada de su hermano controlador hará que todo se de vuelta. / Una historia de amor entre hermanos, los cuales lucharan para poder encontrar sus caminos, juntos o se...