Capítulo 16: otoño.

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No me maten por tardarme tanto x.x no estaba inspirada, pero ya si y espero actualizar pronto.

Bueno, los dejo para que disfruten como yo lo disfrute escribiendo.


~~~~Fama o hermandad ~~~~ Itasasu ~~~~ Fama o hermandad ~~~~ Itasasu ~~~~


Capítulo 16: otoño.


Sasuke se levantó su bufanda gruesa de lana, cubriendo la mitad de su cara y mirando hacia arriba. El cielo nublado parecía una mancha gris a punto de llover y hacía a que el frío fuera más húmedo. El viento era helado y aunque no fuera fuerte, parecía calar en sus huesos. Miró por última vez las nubes que se movían con lentitud, tapando el sol. Sabiendo que no habría un haz de claridad, bajó su mirada, mirando ahora la entrada de Central Park.

Si, era un suicida por querer ver lo que su madre tanto había amado, pero era algo que tenía que hacer. Empezó a caminar con lentitud, internándose en el camino que lo guiaba hacia el interior del corazón del parque, viendo como los árboles a su alrededor ya no eran verdes; habían cambiado a rojos, naranjas, amarillos y muy pocos ya no tenían hojas. El camino estaba bañado por hojas cálidas, y como había llovido reciénteme el suelo brillaba bajo las hojas rojas. Ella había tenido razón, era un espectáculo hermoso. No entendía por qué no le había prestado atención, como si al pasar por del lugar no pudiera ver lo bello de la naturaleza.

Si hubiera habido sol, seguramente todo brillaría más, pero estaba perfecto para Sasuke, quien tenía su estado de ánimo igual al clima. Lúgubre, frío y oscuro.

El otoño ya se había internado en Manhattan y seguramente en menos de un mes nevaría. Eso Sasuke sí lo conocía muy bien, porque siempre que caía nieve iba a patinar sobre hielo en Central Park. Ahora ya no sabía si tenía muchas ganas, en verdad no tenía ganas de nada.

Al llegar al puente curvado el cual pasaba por arriba de un lago, se quedó un momento mirándolo. Con debilidad, el agua copiaba a los árboles como un espejo, también había hojas que navegaban con suavidad sin rumbo alguno, como su vida ahora. Se apoyó en el grueso muro, estirando su cuerpo hacia abajo para ver mejor —como muchos hacían— intentando comprender la exquisitez que su madre le había hablado. Él solo tenía frío, no estaba de humor y la extrañaba.

Había sido un idiota en creer que podía ver esto con ella, nunca se había imaginado que su madre sufriría un accidente de auto. Bueno, no era la palabra exacta un accidente. Danzo la había asesinado. Un espasmo de ira asomó su rostro y sus ojos se intensificaron.

Esa madrugada, cuando se enteró de lo que le había pasado a su madre, había pensado que fue Fugaku, nunca se le había pasado por la cabeza que Danzo le quisiera hacer daño. Había sido un iluso, como su padre. ¿Acaso a Fugaku no había sospechado que Danzo le podía hacer daño? ¡Era su mujer, tenía que haber estado protegida! Danzo estaba acabando con su familia y temía con desesperación que algo le pasara a Itachi. Parecía como si Fugaku fuera un inútil; tanto poder que tenía para nada.

Sus ojos fueron a parar hacia un árbol muy grande que no era originario de ahí sino de Japón. Era un arce y este estaba casi al borde del agua, con sus raíces sobresaliendo en la tierra. Su rostro se descompuso en una mueca desagradable y dolorosa. Le hacía recordar el funeral de su madre, que fue en Tokio. Pensar en eso le hacía estremecerse de pies a cabeza, rememorando con horror la tumba de su madre cerca de la de Shisui, el tiempo nublado y húmedo; todas las personas que habían ido y aparentaban estar tristes. Nadie había estado peor que él, ni su hermano.

Fama o hermandad (Itasasu) (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora