25.

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-¡Quítate!-.

-¡No! Yo voy aquí-.

-¿Dice Min Yoongi en este asiento?-.

-No, pero es el que está justo en medio del escenario y quiero sentarme aquí-.

-Pero yo soy su mejor amigo y tengo el derecho a sentarme aquí ¡quítate!-.

-¡Que no!-.

-¡Que sí!-.

-¡Por Dios ya callense! Todas las personas los están observando-. Un gritó un tanto elevado paró la pequeña pelea del par, quienes con molestia voltearon sus cabezas cual exorcista a mirar hacia Jungkook, quien con un paquete de cotufas* en su mano derecha habló fastidiado, empujandolos y sentándose en el lugar tan aclamado. -Ninguno se sentará aquí, ahora silencio-.

Yoongi boqueo fastidiado, para luego dejar salir un soplido y sentarse a la derecha de Jungkook, Taehyung en el lado izquierdo robando las cotufas ajenas.

Al fin era el tan aclamado recital de Jimin y como habían prometido, la banda, Hoseok y Taehyung se encontraba en primera fila para observar el show de hora y media, donde el rubio contaba con un solo y tres perfomance en grupo.

Los bailes a mostrar esa tarde de marzo tenían por temática los ángeles y demonios, las peleas sobre los dos bandos y la unión que los caracterizaba, por lo que debían contar la historia de como un ángel y un demonio fueron maldecidos con enamorarse, yendo en contra de sus bandos y creencias.

Jimin en esa historia protagonizaba al ángel, un tierno chico de alas blancas como las nubes que por las manipulaciones de su amado, poco a poco se unió al lado oscuro, convirtiéndose en un ángel caído, amante del rey del inframundo.

Para Jimin esa presentación era de suma importancia en su carrera como bailarín, pues ese día se encontraban representantes de academias extranjeras y CEOS de empresas nacionales como BigHit, SM y YG Entertaiment.

Era una oportunidad de oro, por lo que debía destacarse en cada paso y respiración como si fuese su última presentación.

Así que se encontraba tras el gran telón negro que cubría la escenografía del primer baile, sus pequeñas manos sobre salían del borde del telón, sus ojos observando con impaciencia las personas en los asientos, buscando a su familia quienes aún no llegaban. Diez minutos faltantes para el gran show.

-Si sigues observando al público vas a colapsar-. Jackson colocó una mano en su hombro desnudo, apretando ligeramente para brindarle un poco de paz. Era el co-protagonista, el demonio de la historia, por lo que se encontraba junto a Jimin practicando los últimos detalles

-Solo busco a mi familia, no la encuentro-.

-Deben estar en camino, jamás faltan. Relájate-.

El rubio suspiró sin dejar de observar la lejanía de los asientos, su pie partillando contra el suelo de madera impaciente.

-Lo siento es solo que esta es una gran presentación y tengo miedo de arruinarlo-.

Sus nervios seguían a flor de piel, podía observar al fondo tres grandes hombres imponentes de traje hablando entre ellos, pequeñas libretas en sus manos con anotaciones.

Giró hacia Jackson, quien jaloneo su camisa de seda blanca.

-Hey ¿qué dices? Jamás lo has arruinado. Hoy no será la excepción-. Le sonrió ampliamente, recibiendo una risa nerviosa del rubio, quien agachó la cabeza y posó nuevamente su vista al público, observando esta vez a sus amigos. -¡Ánimo protagonista! Lo harás increible-.

GUITAR ; YOONMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora