GUITAR ; YOONMIN

23.

Min Yoongi.

¿Qué significaría?

¿Podría ser de la realeza tan bonito nombre?

Lo que sea que pudiese ser su definición, definitivamente debía de compararse a algo espectacular.

O algo majestuoso, hermoso.

Tal vez podría ser algún sinónimo a la tersa nieve que solía regalar el cielo a los mundanos andantes del planeta, porque al ver a Yoongi su mente se llenaba de nieve tan blanca como el propietario de sus sentimientos.

Solo caía, con frío previo días antes, para luego cubrirte el corazón con una capa gruesa de copos blancos.

Min Yoongi era nieve que aunque parecía fría, hacía a su corazón cálido.

¿A quién no le gustaría la nieve?.

Suspiró pesadamente por los miles de pensamientos recorriendo su mente.

Su mente solo tenía un solo nombre durante esos dos días en los que no había tenido la dicha de estar con el pálido, que luego de haber compartido una linda noche observando las penumbras de la ciudad, en definitiva algo en él cambió.

O mejor dicho, se dio cuenta de por qué sus actitudes al estar cerca de Yoongi, su comportamiento y risas tontas con cada palabra que el mayor decía, haciendo digno a Jimin de escuchar tan bonita voz.

Oh Dios, Jimin estaba realmente confundido, por lo que necesitaba consejos, y ahí estaba, acompañando a Taehyung, quien terminaba sus tareas pendientes para el día siguente, lunes.

Él no quería preguntar eso, por supuesto que no. Mucho menos a su mejor amigo, quien lo iba a joder por el resto de sus días, no había escapatoria.

Podría fácilmente informarse por internet, pero eso era mucho trabajo y había información errada, así que ahí estaba, pensando boca abajo sobre la cama ajena, dando vueltas una y otra vez a su cerebro.

¿Era gay?

No, definitivamente no.

Pero entonces ¿Por qué le gustaba Yoongi?

Ok no, a él no le gustaba Yoongi. O tal vez sí, un poco tal vez.

¡No!

No sabía.

Bueno, sí sabía, solo que estaba en negación.

Ni siquiera entendia muy bien sus emociones, pero pasaban los días y su cercanía con Yoongi lo estaba volviendo loco.

No es como que hiciesen mucho, pero por el simple hecho de que Yoongi lo mirase, él ya sentía una avalancha en el estómago, y no ese sentimiento de ardor que sentía por querer golpearlo al principio.

Él solo quería sonreírle y decirle lo mucho qu-.

-¿Jimin?-. Taehyung llamó al rubio por tercera vez, al notar que luego de unos minutos el chico no prestaba atención a su conversación.

Levantó su cabeza enterrada en las almohadas azules y observo al pelirojo, quién yacía recargado sobre el respaldar de su asiento.

-¿Huh?-.

-¿Estamos en el mismo mundo? Aterriza-. Ladeó su cabeza hacia la derecha, dejando en el olvido su tarea de matemáticas.

Parpadeo varias veces acostumbrándose a la claridad, pues llevaba un rato con los ojos cerrados.

-Lo siento, solo pensaba-. Se acomodó mejor en la cama, colocando su cabeza en su palma derecha para observar a Taehyung.

-Útimamente estás muy pensativo ¿Todo bien?-.