Los pájaros volando al rededor adornaban el cielo azul que los abrazaba ese día, junto con los algodones esponjosos sobre ellos, algunos con formas específicas y graciosas, otros simples manchas sin sentido en el cielo.
La montaña que Jimin le había mostrado hacía un tiempo sonó como buena opción para tener una tarde de charlas.
Charla que no estaba preparado para tener, pero tenía qué.
El césped bajo sus pies crujía cuando caminaban junto a las hojas secas desprendidas de los árboles, uno al lado del otro caminaba de manera silenciosa. Se situaron justo al borde de la montaña, en donde podían apreciar esta vez, la ciudad siendo iluminada por el fuerte sol de la tarde.
Donde los pájaros adornaban el silencio y el ruido de la ciudad no existía.
Yoongi cerró los ojos un momento, sintiendo el viento moviendo su cabello y acariciando sus pestañas.
Estaba tenso, sí, pero sentía que era lo correcto. Es lo correcto.
Unas manos reemplazaron el viento en sus mejillas, acariciando cada lunar con el pulgar, haciendo que el nerviosismo cesara un poco.
-Relájate un poco, no me dirás el secreto del universo ¿sabes?-. Jimin comentó gracioso, sacándole una risa sincera.
Abrió sus párpados para apreciar a quien acariciaba su rostro, notando como el rubio lo miraba intensamente, una pequeña sonrisa ladina adornaba su cara.
El sol debería sentirse humillado de saber que Jimin brillaba más que el.
Con el corazón en la boca y las manos temblorosas, se acercó a darle un pequeño pico en los labios, sin contenerse a darle varios picos más de manera rápida, sacándole una risa de pura felicidad a Jimin.
-Basta-. Pico. -Venimos a-. Pico. -Hablar, no a-. Pico.
-Me gustas-. Yoongi soltó una vez se alejó, sus rostros cerca de todas formas.
Una sonrisa aún más grande iluminó el el rostro de Jimin.
A Yoongi en serio le gustaba Jimin, no se lo podía negar ni a él mismo.
Justamente por eso, por el amor que le tenía y la confianza que depositaba en él, quería soltarlo.
-Y tu a mi, Yoongi-. Jimin dijo, con la sonrisa más grande que podía brindarle.
Un suspiro salió de los labios del pálido, su mirada apagandose ante los recuerdos atorandos en su cabeza. Su memoria haciéndole malas jugadas, trayendo a él recuerdos tan específicos que su cabeza comenzó a doler.
Recuerdos que no sabía que existían pues su cerebro se había encargado de bloquearlos.
Su corazón comenzó a doler.
Parpadeo un par de veces, alejando su mano de las mejillas rosas para subir hacía su cabello, el cual revoloteaba de allá para acá gracias a la fuerte ventisca que los abrazaba.
-Pero dudo mucho que quieras seguir conmigo después de esto-. Acarició con cariño el cabello rubio bajo sus dedos, amando la sensación sedosa que sus yemas captaban.
Jimin fruncio el seño, su mirada viéndose pérdida ante las palabras que escuchó.
-No digas eso-.
-Soy malo-.
Un suspiro de frustración salió del rubio, alejándose ante tales palabras.
-Yoongi, no. No eres malo, ya te lo he dicho-.

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GUITAR ; YOONMIN
FanfictionSus dedos se paseaban sutilmente por las cuerdas de aquella guitarra roja, creando un sonido hermoso pero doloroso, que hacía retumbar la mente de cada persona que lo escuchaba. Su alma lloraba, al igual que sus canciones, haciendo que cada melodía...