CHERRY en grandes letras moradas resaltaban al entrar al famoso bar. Luces neón y un ambiente tenue abrazaron al par de chicos que ingresaron al establecimiento.
-Podrías dejar de reírte?-. Se encontraban sentados en los taburetes frente al bar, esperando su tragos previamente ordenados.
-No puedo creer que tuvieron que verificar tu edad-. Se burlaba del rubio.
Al entrar al establecimiento, un joven había detenido a Jimin, preguntando su edad y pidiendo su carnet de identificación, pues el local era exclusivo para mayores de edad y Jimin contaba con un aspecto de bebé.
-Lo siento por no parecer un viejo de ochenta años como tú-. Resopló molesto. Jimin estaba consiente de su aspecto infantil, sin embargo odiaba cuando recalcaban su rostro de niño pequeño.
-Hey, insultas mi ego-. Tomó el vaso que se le fue entregado con el líquido tóxico dentro, bebiendo de este rápidamente.
-Era la idea, idiota-. El rubio imitó la acción, arrugando la nariz ante el fuerte sabor, sintiendo el ardor recorrer su garganta. No estaba acostumbrado al alcohol.
-Definitivamente eres un niño-. Alzó una ceja, observando como el menor mantenía cara de asco ante el sabor.
-Pediste una porquería de trago. Esa es la razón-. Esperaba ansiosamente la presentación del grupo, queriendo saber más a fondo los gustos del mayor y el por qué había decidido traerlo a este recital.
-Cierra el pico-. Rodó los ojos, despojándose de su chaqueta por el calor emanante del lugar. Ese día vestía ropas negras ajustadas a su delgado cuerpo, cadenas colgando de su pantalón resaltando su look.
Jimin a demás de compartir más rato con el chico, ansiaba por saber más de él, pues a pesar de llevar ya unas tres semanas conociéndose, aún seguía sin saber más que lo básico del chico. Ni siquiera sabía su edad, lo cual era extraño ya que el chico solía ser bastante conversador al conocer a alguien, pero Yoongi era un tema aparte.
-Entonces Min, cuéntame de ti-. Pidió otro trago a su gusto, esta vez encantado con el sabor, pensando en la docena de tragos que próximamente pediría. Debían alzar la voz levemente debido al ruido del lugar.
Yoongi recargada su peso contra el mesón del bar, sosteniendo su mentón con su izquierda, detallando plenamente al rubio, observando su holgada camisa rosa junto a sus ajustados pantalones negros. Se le estaba haciendo costumbre mirar por largos minutos al chico, realmente no sabia la razón, simplemente disfrutaba de ver el bonito rostro de porcelana que el chico poseía, sin embargo esa noche mantenía su mirada más profunda en el menor.
-¿Qué quieres saber?-. Preguntó el pálido. No le gustaba que preguntasen sobre su vida, pues las personas solían ser muy metidas en cuanto a sus datos personales. Le gustaba mantenerse al margen con las personas, sin embargo él también quería saber más del rubio, pues su información sobre él era escasa, por lo que dejaría que le preguntase una que otra cosa.
-Ni siquiera sé tu edad-. Se rió vagamente, ambos bebiendo de su trago.
-Veinticuatro-. Comentó, observando como los labios de su acompañante formaban una "o" en asombro. Él también parecía un bebé, aunque lo disimulaba.
-¿En serio? Pensé que tendrías unos veinte-. Observó como en el escenario comenzaban a preparar todo para el próximo concierto, emocionandose en su asiento. -Bueno yo tengo veintidós.
-Oh ¿En serio? Pensé que tendrías unos quince-. Plasmó una mirada sarcástica de asombro, burlándose del chico, recibiendo un golpe como respuesta.
-Muy gracioso estúpido-. Volteó los ojos, acostumbrándose poco a poco a las burlas, pues ya se estaba haciendo costumbre. -A ver ¿Desde qué edad tocas guitarra-. Preguntó curioso, observando al pálido beber de sus tragos como si de agua se tratase, aunque él no se quedaba atrás.

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GUITAR ; YOONMIN
FanfictionSus dedos se paseaban sutilmente por las cuerdas de aquella guitarra roja, creando un sonido hermoso pero doloroso, que hacía retumbar la mente de cada persona que lo escuchaba. Su alma lloraba, al igual que sus canciones, haciendo que cada melodía...